Los exiliados vascos, condenados a no votar en Euskadi
Bernardo Rabassa
El problema vasco, después de treinta y cinco años de transición, ha empeorado sensiblemente, con las decisiones del Tribunal Constitucional, Tribunal Supremo y consejo General del Poder Judicial, legalizando a Amaiur, Bildu y finalmente a Batasuna, la izquierda abertzale y en definitiva a ETA, de forma que por la Paz de los cementerios hemos vendido los derechos de progenitura, por lo que creo que los vascos exiliados no volverán ni a votar, ni a nada.
Ellos siguen luchando, por su corajoso carácter, por ejemplo El Foro de Ermua, con cuya Presidenta Inma Castilla de Cortazar, me unen estrechos vínculos de amistad, me informa de que: La Fiscalía recopila ya indicios contra Bildu con la doctrina del TC. Dignidad y Justicia trasladó a Torres-Dulce su listado de casi un centenar de pruebas contra la formación abertzale. Otra lamentable noticia: El nuevo presidente del Poder Judicial 'avaló' a Bildu. Gonzalo Moliner, magistrado de la Sala Social del Supremo, que consiguió la presidencia del CGPJ por la mínima. Una más favorable: Blanco sustituirá a Pagazaurtundua al frente de la Fundación de Víctimas. El gobierno deRajoy estudia promover en septiembre un relevo que reforzará la figura de la parlamentaria de Gasteiz. La que más me interesa: treinta y nueve exiliados por ETA no podrán votar en las próximas elecciones autonómicas.
Los «exiliados» tendrán un plazo de unos seis meses para censarse .Deberán acreditar que huyeron por ETA mediante denuncias o en caso de no tenerlas firmar un formulario o declaración, según Antonio Basagoiti: "No son escaños, es justicia." No estamos pensando en números. Estamos pensando en derechos, justicia, y estamos pensando en personas.
Sin embargo las personas que abandonaron la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) y Nafarroa por la presión de ETA desde la transición no votarán en las próximas elecciones autonómicas vascas. El Gobierno español no procederá a la alteración del censo electoral hasta después de los comicios al Parlamento Vasco, cuya fecha inicial está prevista para marzo de 2013, aunque todo apunta a un adelanto de la cita con las urnas al próximo octubre o noviembre, en breve se conocerá la disposición adicional que se incluirá en la Ley Orgánica de Régimen Electoral (LOREG) que permitirá a este indeterminado colectivo de personas votar en el municipio en el que residían antes de su marcha a otro lugar fuera de la CAV y Nafarroa sin perder su empadronamiento -y todos los derechos y deberes asociados a su residencia administrativa- en la localidad en la que actualmente están censados.
En cualquier caso, el Gobierno español mantiene su intención de aprobar posteriormente la modificación de la ley electoral necesaria para desnaturalizar el censo y posibilitar el voto en su antiguo municipio a quienes desde finales de los 70 del han residido durante un tiempo "razonable" en alguna de las dos comunidades autónomas y aleguen "presión o amenaza" de la organización armada para su marcha, aunque no deberían demostrarlo, bastaría con hacer una declaración ante la Oficina del Censo Electoral. El Centro de Estudios Políticos y Constitucionales se encarga del estudio y debate de este asunto y baraja como razonable un periodo de entre 5 y 10 años. El Ministerio del Interior recibirá en breve el informe del grupo de juristas creado para estudiar la reforma legal y será a la vuelta de las vacaciones estivales cuando empiece a dar forma al texto. En función del consenso entre los partidos y de la propia agenda del Congreso de los Diputados marcará la duración de la tramitación parlamentaria, que en cualquier caso llevaría varios meses.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha afirmado hoy en la Vanguardia, que "para nada" el calendario electoral vasco "condiciona" el deseo del Gobierno de que puedan votar los "exiliados" vascos por ETA y que, si es jurídicamente viable, se tomará "el tiempo necesario" para lograr el máximo consenso El polémico plan del Gobierno de Mariano Rajoy presenta numerosas dificultades técnicas y jurídicas para su aplicación y contraviene el precepto constitucional de la igualdad del derecho a voto. Además, contaría con una fuerte contestación política en Euskadi, ya que el resto de los partidos critican la iniciativa e incluso, como en el caso de PNV y la izquierda abertzale, la tildan de pucherazo electoral.
El PP vasco ha llegado a cifrar hasta en 300.000 el número de personas que podrían incluirse entre los afectados por la "presión" de ETA, aunque en las últimas semanas han rebajado este número hasta las "80.000 familias" que han estado "en el punto de mira" de la banda, si bien matizan que no todas ellas han abandonado Euskadi, el estudio de Mikel Buesa lo cifraba en 120.000 y en general se ha aceptado la cifra de 200.000. Benigno Pendás, ha presentado un estudio sobre el tema.
Lamento echarles un jarro de agua fría, porque no creo que ningún exiliado acepte poner su nombre y localización en un censo electoral, que saben se va a entregar a cualquiera, de las organizaciones abertzales. Incluso no me fiaría ni del PNV ni de ninguno de los partidos vascos (PSE y PP). Presencié la desbandada vasca en los 80, cuando encontré a un antiguo colaborador de Bilbao, que me preguntó si conocía alguna urbanización en el Mediterráneo, pues había montado una agencia inmobiliaria. No diré donde está la urbanización, por lo mismo que nadie querría que se supiera, pero me llamó al cabo de algunos meses para decirme que había vendido en Bilbao más de un centenar de chalets y que estaba muy agradecido, algo se debió saber porque hubo varios intentos de atentado etarras, incluso en el club náutico, con una olla a presión explosiva bajo los barcos y amenazas, con la guardia civil patrullando toda el área.
Los exiliados no volverán a Euskadi jamás en las actuales condiciones, suelen ser acomodados, altos profesionales y dirigentes que viven sobre todo en Madrid, la ciudad más liberal de España, no creo que les guste el ambiente ominoso que se respira en la Sociedad vasca, habiendo conocido la libertad de la que disfrutamos en Madrid, yo que soy mallorquín, aunque con una pata vasca, ni viajaría a la tierra de mis antepasados, a la que rehúyo desde hace más de 30 años, pero tampoco volvería a Mallorca, donde ha cambiado la sociedad que conocí y la que hay no me gusta. Madrid ha sido para mí la patria de mi libertad individual, aunque tenga que soportar a los políticos, pero disfruto de una gran ventaja, no los tengo que sufrir demasiado, salvo en el tema de los impuestos del ayuntamiento, que dadas las faraónicas obras y Palacio de Gallardón no paran de intentar cobrarme por todos los conceptos, incluidas las multas tramposas de circulación con sus escondidos radares. No volverán los exiliados a Euskadi, ni a votar ni a nada.
Ellos siguen luchando, por su corajoso carácter, por ejemplo El Foro de Ermua, con cuya Presidenta Inma Castilla de Cortazar, me unen estrechos vínculos de amistad, me informa de que: La Fiscalía recopila ya indicios contra Bildu con la doctrina del TC. Dignidad y Justicia trasladó a Torres-Dulce su listado de casi un centenar de pruebas contra la formación abertzale. Otra lamentable noticia: El nuevo presidente del Poder Judicial 'avaló' a Bildu. Gonzalo Moliner, magistrado de la Sala Social del Supremo, que consiguió la presidencia del CGPJ por la mínima. Una más favorable: Blanco sustituirá a Pagazaurtundua al frente de la Fundación de Víctimas. El gobierno deRajoy estudia promover en septiembre un relevo que reforzará la figura de la parlamentaria de Gasteiz. La que más me interesa: treinta y nueve exiliados por ETA no podrán votar en las próximas elecciones autonómicas.
Los «exiliados» tendrán un plazo de unos seis meses para censarse .Deberán acreditar que huyeron por ETA mediante denuncias o en caso de no tenerlas firmar un formulario o declaración, según Antonio Basagoiti: "No son escaños, es justicia." No estamos pensando en números. Estamos pensando en derechos, justicia, y estamos pensando en personas.
Sin embargo las personas que abandonaron la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) y Nafarroa por la presión de ETA desde la transición no votarán en las próximas elecciones autonómicas vascas. El Gobierno español no procederá a la alteración del censo electoral hasta después de los comicios al Parlamento Vasco, cuya fecha inicial está prevista para marzo de 2013, aunque todo apunta a un adelanto de la cita con las urnas al próximo octubre o noviembre, en breve se conocerá la disposición adicional que se incluirá en la Ley Orgánica de Régimen Electoral (LOREG) que permitirá a este indeterminado colectivo de personas votar en el municipio en el que residían antes de su marcha a otro lugar fuera de la CAV y Nafarroa sin perder su empadronamiento -y todos los derechos y deberes asociados a su residencia administrativa- en la localidad en la que actualmente están censados.
En cualquier caso, el Gobierno español mantiene su intención de aprobar posteriormente la modificación de la ley electoral necesaria para desnaturalizar el censo y posibilitar el voto en su antiguo municipio a quienes desde finales de los 70 del han residido durante un tiempo "razonable" en alguna de las dos comunidades autónomas y aleguen "presión o amenaza" de la organización armada para su marcha, aunque no deberían demostrarlo, bastaría con hacer una declaración ante la Oficina del Censo Electoral. El Centro de Estudios Políticos y Constitucionales se encarga del estudio y debate de este asunto y baraja como razonable un periodo de entre 5 y 10 años. El Ministerio del Interior recibirá en breve el informe del grupo de juristas creado para estudiar la reforma legal y será a la vuelta de las vacaciones estivales cuando empiece a dar forma al texto. En función del consenso entre los partidos y de la propia agenda del Congreso de los Diputados marcará la duración de la tramitación parlamentaria, que en cualquier caso llevaría varios meses.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha afirmado hoy en la Vanguardia, que "para nada" el calendario electoral vasco "condiciona" el deseo del Gobierno de que puedan votar los "exiliados" vascos por ETA y que, si es jurídicamente viable, se tomará "el tiempo necesario" para lograr el máximo consenso El polémico plan del Gobierno de Mariano Rajoy presenta numerosas dificultades técnicas y jurídicas para su aplicación y contraviene el precepto constitucional de la igualdad del derecho a voto. Además, contaría con una fuerte contestación política en Euskadi, ya que el resto de los partidos critican la iniciativa e incluso, como en el caso de PNV y la izquierda abertzale, la tildan de pucherazo electoral.
El PP vasco ha llegado a cifrar hasta en 300.000 el número de personas que podrían incluirse entre los afectados por la "presión" de ETA, aunque en las últimas semanas han rebajado este número hasta las "80.000 familias" que han estado "en el punto de mira" de la banda, si bien matizan que no todas ellas han abandonado Euskadi, el estudio de Mikel Buesa lo cifraba en 120.000 y en general se ha aceptado la cifra de 200.000. Benigno Pendás, ha presentado un estudio sobre el tema.
Lamento echarles un jarro de agua fría, porque no creo que ningún exiliado acepte poner su nombre y localización en un censo electoral, que saben se va a entregar a cualquiera, de las organizaciones abertzales. Incluso no me fiaría ni del PNV ni de ninguno de los partidos vascos (PSE y PP). Presencié la desbandada vasca en los 80, cuando encontré a un antiguo colaborador de Bilbao, que me preguntó si conocía alguna urbanización en el Mediterráneo, pues había montado una agencia inmobiliaria. No diré donde está la urbanización, por lo mismo que nadie querría que se supiera, pero me llamó al cabo de algunos meses para decirme que había vendido en Bilbao más de un centenar de chalets y que estaba muy agradecido, algo se debió saber porque hubo varios intentos de atentado etarras, incluso en el club náutico, con una olla a presión explosiva bajo los barcos y amenazas, con la guardia civil patrullando toda el área.
Los exiliados no volverán a Euskadi jamás en las actuales condiciones, suelen ser acomodados, altos profesionales y dirigentes que viven sobre todo en Madrid, la ciudad más liberal de España, no creo que les guste el ambiente ominoso que se respira en la Sociedad vasca, habiendo conocido la libertad de la que disfrutamos en Madrid, yo que soy mallorquín, aunque con una pata vasca, ni viajaría a la tierra de mis antepasados, a la que rehúyo desde hace más de 30 años, pero tampoco volvería a Mallorca, donde ha cambiado la sociedad que conocí y la que hay no me gusta. Madrid ha sido para mí la patria de mi libertad individual, aunque tenga que soportar a los políticos, pero disfruto de una gran ventaja, no los tengo que sufrir demasiado, salvo en el tema de los impuestos del ayuntamiento, que dadas las faraónicas obras y Palacio de Gallardón no paran de intentar cobrarme por todos los conceptos, incluidas las multas tramposas de circulación con sus escondidos radares. No volverán los exiliados a Euskadi, ni a votar ni a nada.
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