SIRIA
Según informa el sitio israelí Debka.com, el
secretario de Defensa de EEUU, Leon Panetta, manifestó el lunes que el
asalto del Ejército sirio contra Alepo ?será, en último extremo, otro
clavo en el ataúd de Assad?. Sin embargo, el sitio afirma esto es solo
una muestra de frustración generada por el fracaso del plan de algunos
países occidentales, y sobre todo de Arabia Saudí y Qatar, para
establecer una ?zona segura? en la región de Alepo.
Siempre según Debka, el lunes por la mañana, oficiales de inteligencia
saudíes y qataríes, situados en el cuartel general del ESL, en
Apaydin, en la región de Hatay, al suroeste de Turquía, se vieron
obligados a admitir que el Ejército sirio había destrozado su plan
para crear una ?zona segura? rebelde en el área de Alepo. De acuerdo a
dicho plan, el territorio sería tomado por los rebeldes y convertido
en la base de operaciones del ESL y la sede de un gobierno de
transición, del mismo modo que lo fue Bengasi seis meses antes del
derrocamiento de Gadafi en Libia.
Este plan saudí y qatarí recibió el visto bueno de Washington. La
pasada semana, la secretaria de Estado de EEUU dijo: ?Más y más
territorio está siendo tomado. Esto llevará eventualmente a la
creación de un refugio seguro dentro de Siria.? Tan seguros estaban
los saudíes de que su plan funcionaría que el sábado 28 de Julio
convocaron un encuentro en El Cairo de delegaciones árabes en la ONU
con el fin de presentar al Consejo de Seguridad una moción para que
aquel reconociera ?zonas seguras? dentro de Siria y llamaron a los
miembros de la ONU a apoyarla.
Ahora, este plan ha fracasado debido a la incapacidad de los rebeldes
de resistir el fuerte asalto militar contra sus posiciones, señala
Debka.com.
Las lecciones de la batalla de Alepo
Le ha bastado al Ejército sirio sólo una jornada y media de combates ?
después de otros tres o cuatro de fijación del enemigo ? para derrotar
al ESL en su principal bastión de Alepo. Esto supone un revés militar
importante para éste, pero sobre todo una victoria psicológica para el
Ejército y el Gobierno. Parece ya que la batalla de Alepo, que los
estrategas improvisados del ESL lanzaron para hacer olvidar su
desastroso precedente de Damasco, se va a saldar en breve con otro
gran fracaso de los insurgentes.
Y como en Damasco, el ESL ha demostrado que no puede resistir la
presión del Ejército. Y al igual que sucedió en la capital siria, la
población no se solidariza con los rebeldes, sino al contrario.
Este doble fracaso militar y político podría arruinar completamente la
credibilidad del ESL, no tanto a los ojos de los sirios (en nuestra
opinión, esto ya es algo que ya ha sucedido hace tiempo), sino a los
ojos de sus protectores estadounidenses y turcos. Por supuesto, los
combates no han terminado en Alepo. Los rebeldes ocupan todavía dos o
tres barrios en la parte sur de la ciudad y su desorganización
refuerza su movilidad. Sin embargo, ellos están rodeados. Se ha
planteado la cuestión de sus verdaderos efectivos: se habla de al
menos 5.000 combatientes, pero es una cifra que no se ha podido
corroborar hasta ahora.
Soldados del gobierno sirio en plena ofensiva en Aleppo
El ESL confía más en la guerra virtual que en sus efectivos y
armamento. En Alepo, como sucedió antes en Damasco, estos combatientes
desconectados de la realidad política y social de su entorno creen que
su sola irrupción en una de esas ciudades, magnificada por la máquina
de propaganda occidental y de las cadenas árabes por satélite,
llevaría a la desmoralización y desintegración del Ejército y a
provocar el esperado levantamiento popular. Nada de esto se ha
producido, ni en Damasco ni en Alepo. En el fondo, el ESL puede
convertirse en la víctima del propio aparato mediático que lo apoya y
que le había llevado a creerse poco menos que invencible.
Según informa el sitio israelí Debka.com, el
secretario de Defensa de EEUU, Leon Panetta, manifestó el lunes que el
asalto del Ejército sirio contra Alepo ?será, en último extremo, otro
clavo en el ataúd de Assad?. Sin embargo, el sitio afirma esto es solo
una muestra de frustración generada por el fracaso del plan de algunos
países occidentales, y sobre todo de Arabia Saudí y Qatar, para
establecer una ?zona segura? en la región de Alepo.
Siempre según Debka, el lunes por la mañana, oficiales de inteligencia
saudíes y qataríes, situados en el cuartel general del ESL, en
Apaydin, en la región de Hatay, al suroeste de Turquía, se vieron
obligados a admitir que el Ejército sirio había destrozado su plan
para crear una ?zona segura? rebelde en el área de Alepo. De acuerdo a
dicho plan, el territorio sería tomado por los rebeldes y convertido
en la base de operaciones del ESL y la sede de un gobierno de
transición, del mismo modo que lo fue Bengasi seis meses antes del
derrocamiento de Gadafi en Libia.
Este plan saudí y qatarí recibió el visto bueno de Washington. La
pasada semana, la secretaria de Estado de EEUU dijo: ?Más y más
territorio está siendo tomado. Esto llevará eventualmente a la
creación de un refugio seguro dentro de Siria.? Tan seguros estaban
los saudíes de que su plan funcionaría que el sábado 28 de Julio
convocaron un encuentro en El Cairo de delegaciones árabes en la ONU
con el fin de presentar al Consejo de Seguridad una moción para que
aquel reconociera ?zonas seguras? dentro de Siria y llamaron a los
miembros de la ONU a apoyarla.
Ahora, este plan ha fracasado debido a la incapacidad de los rebeldes
de resistir el fuerte asalto militar contra sus posiciones, señala
Debka.com.
Las lecciones de la batalla de Alepo
Le ha bastado al Ejército sirio sólo una jornada y media de combates ?
después de otros tres o cuatro de fijación del enemigo ? para derrotar
al ESL en su principal bastión de Alepo. Esto supone un revés militar
importante para éste, pero sobre todo una victoria psicológica para el
Ejército y el Gobierno. Parece ya que la batalla de Alepo, que los
estrategas improvisados del ESL lanzaron para hacer olvidar su
desastroso precedente de Damasco, se va a saldar en breve con otro
gran fracaso de los insurgentes.
Y como en Damasco, el ESL ha demostrado que no puede resistir la
presión del Ejército. Y al igual que sucedió en la capital siria, la
población no se solidariza con los rebeldes, sino al contrario.
Este doble fracaso militar y político podría arruinar completamente la
credibilidad del ESL, no tanto a los ojos de los sirios (en nuestra
opinión, esto ya es algo que ya ha sucedido hace tiempo), sino a los
ojos de sus protectores estadounidenses y turcos. Por supuesto, los
combates no han terminado en Alepo. Los rebeldes ocupan todavía dos o
tres barrios en la parte sur de la ciudad y su desorganización
refuerza su movilidad. Sin embargo, ellos están rodeados. Se ha
planteado la cuestión de sus verdaderos efectivos: se habla de al
menos 5.000 combatientes, pero es una cifra que no se ha podido
corroborar hasta ahora.
Soldados del gobierno sirio en plena ofensiva en Aleppo
El ESL confía más en la guerra virtual que en sus efectivos y
armamento. En Alepo, como sucedió antes en Damasco, estos combatientes
desconectados de la realidad política y social de su entorno creen que
su sola irrupción en una de esas ciudades, magnificada por la máquina
de propaganda occidental y de las cadenas árabes por satélite,
llevaría a la desmoralización y desintegración del Ejército y a
provocar el esperado levantamiento popular. Nada de esto se ha
producido, ni en Damasco ni en Alepo. En el fondo, el ESL puede
convertirse en la víctima del propio aparato mediático que lo apoya y
que le había llevado a creerse poco menos que invencible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario