jueves, 29 de noviembre de 2012

Dos semanas antes de las elecciones generales del 2012, el Presidente Barack Obama declaró que “una gran razón” por la cual obtendría la re-elección era que los hispanos votarían por él.


EEUU: LA RE-ELECCIÓN DE OBAMA Y EL VOTO HISPANO.

Lic. Marlene Gillette-Ibern, Esq.

Y tuvo razón. El voto hispano constituyó el 10% del voto total y el 75% de los electores hispanos votó por el presidente. Al mismo tiempo, teniendo en cuenta que una gran mayoría de los hispanos se identifica con la fe católica, por lo menos debido a su herencia cultural, ese voto católico no reflejó una conciencia de la amenaza para la fe que representa la re-elección del actual gobierno. De ello se deduce la urgente necesidad de que la Iglesia Católica en EEUU aumente sus esfuerzos catequéticos y evangelizadores entre los hispanos y les comunique la plenitud de la verdad.

Los políticos del Partido Demócrata lograron persuadir a los católicos hispanos de que solamente su partido les podía dar lo que ellos querían, lo cual la mayoría de los hispanos supone es una relajación de la política inmigratoria. Ciertamente el otro partido de mayor influencia, el Partido Republicano, va a re-examinar su política sobre este tema. De hecho, comenzó a hacerlo inmediatamente después de las elecciones. Pero a los hispanos les conciernen otros asuntos más allá de la inmigración.
La cuestión de si los hispanos católicos sostienen firmemente la doctrina moral de la Iglesia Católica sobre la vida y la familia merece una seria consideración. Parece ser que no tienen esa convicción, porque votaron masivamente a favor del presidente más radicalmente contrario a la fe, la vida y la familia de la historia de este país. Es necesaria una mejor manera de comunicar estos temas a nuestros hermanos hispanos.

Los hispanos católicos no han relacionado, o no han querido relacionar, el apoyo a la re-elección del actual gobierno, con el grave peligro que ello constituye para los valores que aman y la sociedad en la cual viven ahora con sus hijos, sus familias extendidas y sus amigos. La plataforma actual del Partido Demócrata está firme y explícitamente comprometida con casi todos los aspectos de la moderna “cultura” de la muerte – la anticoncepción, el aborto, la redefinición del matrimonio, la investigación con células madres embrionarias, etc. – todo lo cual ha sido condenado por la Iglesia Católica a la cual los hispanos dicen pertenecer.

Sin embargo, hay un factor que no ha sido tomado en cuenta con claridad. Los hispanos han emigrado de países latinoamericanos que a menudo son dirigidos por partidos socialistas o de extrema izquierda. En esos países la Iglesia también está luchando para preservar la fe, la vida, los valores familiares y su libertad de expresión en la esfera pública.

Por consiguiente, los hispanos en EEUU no ven mucha diferencia entre estas ideologías socialistas y las crecientes dificultades que encuentran en su nuevo país, ni tampoco la urgente necesidad de enfrentar estos problemas. Es probable que esta sea una de las razones por las cuales los hispanos no reaccionan ante la alarma, respecto del futuro de la libertad religiosa, que ha expresado la Iglesia Católica en EEUU.

En relación con la fe católica, hay una diferencia entre los países latinoamericanos y EEUU. Los países latinoamericanos tienen un fundamento cultural católico, pero EEUU no. De manera que se requiere más esfuerzo y compromiso para vivir la fe y los valores católicos en EEUU. Los hispanos llegan a este país con una identidad cultural católica en relación con la cual puede que estén o no conscientes del peligro que corre.

Por supuesto, los hispanos emigran a EEUU en busca de más y mejores oportunidades para mejorar su estilo de vida. Sin embargo, en mayo del 2012, la Asociación de Líderes Católicos Latinos (CALL, por sus siglas en inglés) informó que el nivel de desempleo de los hispanos aumentó del 20.6% al 26.6% y el nivel de pobreza aumentó del 27.4% al 36.3%, y todo ello ocurrió durante los primeros cuatros años de la presidencia de Obama. Y es probable que estos porcentajes aumenten también durante los próximos cuatro años, a medida que las políticas de Obama se establezcan con más fuerza y los empresarios vean amenazada su capacidad para florecer.

El gobierno de Obama intentará retener el apoyo hispano durante los próximos cuatro años. Sin embargo, conforme avance el mandato abortista y anticoncepcionista de Obama, más hispanos se darán cuenta de que el gobierno por el cual votaron no representa sus valores. Y ello es lo que los hispanos tienen que entender. Como ya no tiene que convencer a los votantes para otra campaña electoral, el gobierno de Obama no tendrá necesidad de mitigar su agresiva promoción del secularismo, la “educación” sexual amoral, el “matrimonio” homosexual, el aborto en todas sus formas y la eutanasia.

Sin embargo, como la mayoría de las familias hispanas envía a sus hijos a las escuelas públicas, no se sabe si podrán asegurarse de que éstos mantengan sus valores tradicionales. Además, dada la probabilidad de que la economía continúe deteriorándose, los padres hispanos tendrán que trabajar más y, por ello, pasarán menos tiempo con sus familias. El sueño americano cada vez se hace más difícil de alcanzar aún para aquellos que han vivido aquí durante varias generaciones. Y puede que los hispanos pronto se den cuenta de que los riesgos que asumieron al venir a la “tierra de las oportunidades” no valían la pena.

Debemos decirles a los hispanos que vivir en EEUU nunca ha implicado el renunciar a los valores fundamentales para poder obtener bienes terrenales. A medida que luchamos por el bien común de nuestro país, debemos dejarles saber a nuestros hermanos hispanos que necesitamos que ellos se unan a nosotros en esta lucha por los valores de la vida humana, el matrimonio, la familia y la libertad de religión y de conciencia.

Marlene Gillette-Ibern es abogada de Puerto Rico, vive en EEUU y se desempeña como consejera legal de Vida Humana Internacional, la sección hispana de Human Life International.

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