viernes, 30 de noviembre de 2012

En Afganistán, una niña de 14 años fue decapitada luego que su padre se negara a entregarla en matrimonio.



Dos hombres fueron detenidos y acusados de haber cometido el delito, en la localidad de Kunduz, donde el asesinato causó indignación incluso en las zonas tribales remotas donde las mujeres son sistemáticamente sometidos a terribles tratos.
“Nuestras investigaciones muestran que los que la mataron eran personas que querían casarse con ella. Estaban acosando a la familia y pidiendo su mano. Cuando se negaron, la asesinaron”, indicaron las autoridades.
El asesino es su primo y pretendiente Sadeq, quien, acompañado de un amigo, la atacó con un cuchillo cuando traía agua para su familia.
El padre de la pequeña argumentó que decidió no entregarla en matrimonio debido a que era “demasiado joven para estar comprometida”.
La violencia extrema contra las mujeres y las niñas sigue siendo un problema importante en el país musulmán más conservador de una década después de que las tropas de la coalición derrocó al régimen talibán notoriamente brutal.
A principios de este mes, cuatro policías fueron encarcelados durante 16 años por violar a una joven en la misma provincia.
El mes pasado, una mujer de 20 años de edad, fue decapitado por la familia de su marido en la provincia occidental de Herat, después de que ella se negó a prostituirse, dijo la policía.
Cuatro personas fueron detenidas por el asesinato brutal.
Y en septiembre, cinco personas fueron detenidas durante la flagelación pública de una joven de 16 años de edad, por presuntamente tener una aventura.
La niña fue azotado 100 veces delante de los ancianos del pueblo y de los miembros de la familia en el centro de la provincia de Ghazni. Su novio presunto fue multado.

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