Juro no olvidar nada, de mi tumba gritaré no perdonar
NJ/JAI - Comentó que "el levantamiento del Gueto de Varsovia es un día muy especial, mi vida cambió radicalmente". Habló sobre los horrores que sufrió ella, que apenas tenía 13 años, y el pueblo judío "por el simple hecho de ser judíos". Contó que debió caminar encima de personar muertas, vivir en condiciones infrahumanas y soportar el asesinato de familiares y amigos. Al final, recordó, "me escondí en un establo y nadie me vio. Yo creo que D-s quiso que yo sea testigo fiel". Por último, Eugenia Unger explicó que "juré trabajar hasta el último día de mi vida" ya que el horror del genocidio nazi "no hay que perdonarlo".
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