viernes, 6 de diciembre de 2013

Nelson Mandela, ex presidente sudafricano e ícono mundial, falleció en el día de hoy a los 95 años de edad.

mandela

Mandela fue el primer presidente negro sudafricano, estuvo preso 27 años por su defensa de los derechos civiles de la comunidad negra en su país, y fue premio Nobel de la paz. Un líder transversal, estadista de alma que supo poner fin a la segregación racial.
Madiba, como lo llamaban cariñosamente en su país, nació el 18 de julio de 1918 en Mvezo, un poblado de 300 habitantes cerca de Umtata en el Transkei.
En 1942 se recibió de abogado y dos años después ingresó en el Congreso Nacional Africano (ANC), un movimiento que luchaba contra la opresión racial. Su ideología era un socialismo africano: nacionalista, antirracista y antiimperialista.
En 1948 llegó al poder en Sudáfrica el Partido Nacional, que institucionalizó la segregación racial creando el régimen del apartheid.
En 1964 Mandela fue condenado a cadena perpetua tras una gira por diversos países en los que hacía propaganda de la causa sudafricana. Y allí comenzó el mito, que se hizo tan grande dentro como fuera de su país. Pasó 27 años preso y se convirtió en un ícono de la defensa de los derechos humanos.
En 1984 el gobierno intentó acabar con tan incómodo mito, ofreciéndole la libertad si aceptaba establecerse en uno de los bantustanes, “territorios independientes”, donde se segregaban a los negros; Mandela rechazó el ofrecimiento.
Finalmente en 1990, Frederik De Klerk, el último presidente de la República por el Partido Nacional, liberó a Mandela y lo convirtió interlocutor para negociar el proceso de democratización. Mandela y De Klerk compartieron el Premio Nobel de la Paz en 1993.
Mandela fue el primer presidente negro de Sudáfrica, de 1994 a 1999. Tras su triunfo fueron célebres sus palabras:”Nunca más sucederá que esta hermosa tierra experimente la opresión del uno sobre el otro”.
Al asumir su cargo de presidente renunció a una tercera parte del salario y creó el Fondo Nelson Mandela para la Infancia. “Si yo no hubiese estado en prisión, no sé si hubiera sido tan bueno con los niños. Estar preso durante 27 años sin ver niños es una experiencia terrible”, aseguró.

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