jueves, 5 de diciembre de 2013

Pérez Esquivel al Secretario General de la OEA.

HONDURAS

ALAI AMLATINA, 29/11/2013.- Los caminos de emancipación de los pueblos a 
través del tiempo, han costado mucho dolor y sufrimiento. Sobre todo en 
nuestro continente donde hermanos y hermanas dieron su vida para dar 
vida, con la esperanza de construir sociedades más justas y libres.

La resistencia de los pueblos contra las sucesivas dominaciones y las 
dictaduras militares en todo el continente continúa siendo un derecho 
inclaudicable. Es necesario recordar además, el rol que siempre juega 
los EE.UU., como por ejemplo con la imposición de las Doctrinas de 
Seguridad Nacional, de Libre Comercio y de Endeudamiento, con un alto 
costo en vidas y pérdidas de los recursos y bienes de los pueblos.

Basta recordar el bloqueo al pueblo cubano durante más de 50 años, a 
pesar de las sucesivas votaciones en las Naciones Unidas contra la 
decisión de los EE.UU. de continuar su agresión, como la prisión injusta 
de los cinco cubanos en las cárceles del país del norte.

Las luchas populares lograron recuperar los gobiernos constitucionales y 
avanzar en la construcción democrática, que no se limita al acto 
electoral. Pero este camino aún necesita consolidarse en el continente, 
donde pesan dificultades y obstáculos por aquellos que pretenden imponer 
la dominación económica, política y cultural y mantener sometido a los 
pueblos. Basta pensar en los esfuerzos para destruir el proceso 
revolucionario de Venezuela, o los intentos de golpe de Estado en
Bolivia y el Ecuador.

No es posible ignorar los golpes de Estado de este siglo en Haití, 
Honduras y Paraguay, así como el terror impuesto por los EE.UU. que 
continúa ampliando su presencia y bases militares en el continente para 
el control hemisférico de sus intereses.

En Honduras intentaron disfrazar al lobo de cordero, como a través de 
las elecciones ilegítimas del 2009 que buscaron legitimar al gobierno y 
al sistema que ha profundizado la entrega del país y la represión de su 
pueblo, provocando muertes, exilios y cárceles a militantes defensores y 
defensoras de los derechos humanos.

La OEA cometió el error de reconocer a este gobierno de facto hondureño, 
sabiendo de las graves violaciones de los derechos humanos contra el pueblo.

Las elecciones realizadas en Honduras el día domingo 24 de noviembre, 
fueron marcadas por la manipulación y el fraude en un contexto de fuerte 
militarización y amedrentamiento de la población. El Partido Libre que 
lidera como candidata Xiomara Castro, reclama el recuento de los 
escrutinios y denuncia el fraude electoral.

Los observadores y observadoras internacionales dan cuenta de las graves 
irregularidades cometidas por el gobierno de facto y observando actos de 
violencia contra testigos y votantes de LIBRE.

No se puede afirmar que las elecciones se realizaron en condiciones 
normales, como lo han señalado las misiones de observación de la OEA. la 
UE y otras.

El país está frente a graves peligros ante el fraude montado y la
complicidad del TSE. La respuesta del gobierno de facto es la represión 
contra los estudiantes y organizaciones sociales; imponiendo su 
candidato utilizando todo tipo de irregularidades y la violencia.

Reclamamos a la OEA, a la comunidad internacional, a la CELAC, a los 
gobiernos democráticos latinoamericanos y caribeños, garantizar el 
recuento de votos, la vida y seguridad del pueblo hondureño.

Espero Señor Secretario General que escuche las voces que surgen de todo 
el continente y el mundo reclamando transparencia y respeto para el 
pueblo hondureño y el derecho a elegir libremente a sus gobernantes.

Fraternalmente con el saludo de Paz y Bien

Buenos Aires, 28 de noviembre del 2013

Adolfo Pérez Esquivel
Premio Nóbel de la Paz

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