miércoles, 28 de marzo de 2012

El presidente de Cuba, Raúl Castro, le dio “la más calurosa bienvenida” al máximo pontífice en su visita histórica a la isla.



 Criticó el bloqueo y dijo que se endureció desde la visita de Juan Pablo II.
“Su Santidad, la Nación no tiene otra alternativa. O es independiente, o deja de serlo en absoluto. La potencia más poderosa que conoce la tierra ha intentado despojarnos de esto”.
“Sin razón, a Cuba se le calummnia, pero nosotros confiamos que la verdad de la que jamás nos apartamos siempre se abre paso. 14 años después que Juan Pablo II nos visitara, el bloqueo comercial, político y mediático contra Cuba persiste e incluso se ha endurecido en el aspecto financiero”.
“Como aparece en los archivos, su objetivo sigue siendo, y cito, ‘causar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno’. Sin embargo, la nación ha seguido cambiando todo lo que tiene que ser cambiado, con la vista en el máximo interés del pueblo cubano y la participación de éste”.
“Hemos enfrentado carencias, pero nunca ha faltado el deber de compartir con los que tienen menos. Somos demostración de cuánto se podría hacer si prevaleciera la solidaridad. Con la ayuda de Cuba, se han preparado a decenas de miles de médicos, se ha recuperado o mejorado la visión de 2,2 millones de personas carenciadas y se ha enseñado a leer a 5,8 millones de analfabetos. Pese a nuestra situación, nuestra asistencia internacional continuará.”
“Nos satisfacen las estrechas relaciones entre la Santa Sede y Cuba, que se han desarrollado sin interrupción desde hace 76 años siempre basada en el respeto mutuo y el interés en las cuestiones de la humanidad. La Constitución Cubana consagra y garantiza la plena libertad religiosa de las personas, y sobre esa base el gobierno mantiene buenas relaciones con todas las religiones en el país”.
“Santidad, hace casi 20 años, Fidel sorprendió a mucho que una importante raza biológica está por desaparecer por sus situaciones naturales de vida. Hay existencia de amenazas a la paz, y la existencia de las armas nucleares son un peligro a la humanidad. Con el dinero que se destina a las armas, podría eliminarse la pobreza”.
“Las finanzas son un poder opresivo. En vez de la solidaridad, se generaliza una crisis sistémica provocada por el consumo irracional en las sociedades opulentas. Una pequeña parte de la población acumula riquezas, mientras crecen los pobres, los enfermos y los desamparados. En el mundo industrializado, los indignados no toleran más la injusticia”.
“Es cierto que la crisis global tiene partida en una dimensión global, y que prevalece la falta de atención entre los gobiernos y los ciudadanos a los que dicen servir. La corrupción política y la falta de verdadera democracia son problemas de nuestros tiempos. Frente a esto, nuestra América se une e intenta una unión solidaria”.
“En nombre de la nación, le doy la más calurosa bienvenida”.

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