En una circunstancia histórica, el Papa, Benedicto XVI, arribó hoy a Cuba, donde dirigió palabras a los fieles y a los presentes en la compañía de Raúl Castro. Indicó que la isla “mira al frente” y que los valores cristianos asistirán en sus objetivos para “ampliar sus horizontes”.

  Se trata de la primera visita de un pontífice en 14 años, y la segunda en la historia desde la Revolución Cubana.

“Señor presidente, señores cardenales, excelentisimas autoridades, señores y señoras. Le agradezco señor presidente su bienvenida y sus cordiales palabras”.

“A los queridos habitantes de esta hermosa isla, los tengo siempre muy presentes en mi corazón y mi oración. Ahora, en estos días que me encuentro cerca de visitarles. Al hallarme entre ustedes, no puedo olvidar la visita de mi predecesor, para muchos, creyentes o no, su ejemplo constituye una guía luminosa”.

“En efecto, su paso por la isla fue como la suave brisa del aire fresco, despertando conciencia en la importancia de la fe al mismo tiempo que alumbró la esperanza”.

“Siguiendo la estela de tantos peregrinos, también deseo ir al Cobre para postrarme a los pies de la madre de Dios y pedir su decisión para que guíe a los cubanos por los caminos de la justicia, la libertad y la reconciliación”.

“Llevo en mi corazón las justas aspiraciones y legítimos deseos de todos los cubanos que su sufrimiento y su alegría encuentren lugar. Estoy convencido de que Cuba está mirando al mañana y se esfuerza para ensanchar sus horizontes”.

“La Iglesia, por su parte, ha sabido contribuir al cultivo de esos valores mediante la misión pastoral. Gloria al Señor, que bendiga a esta tierra y a sus hijos, en particular a quienes se sienten desfavorecidos, a los heridos en cuerpo y alma”.