Amenazó con tomar medidas legales y denunció presunto favorecimiento al Grupo Petersen.
“Repsol considera que la medida anunciada es manifiestamente ilícita y gravemente discriminatoria, que no se ha justificado de forma alguna la utilidad pública que se persigue con la misma, y que supone un patente incumplimiento de las obligaciones asumidas por el Estado argentino en la privatización de YPF, violando así los más fundamentales principios de seguridad jurídica y de confianza de la comunidad inversora internacional”, indica el texto.
“Repsol llevará a cabo todas las medidas legales que procedan para preservar el valor de todos sus activos y los intereses de todos sus accionistas”, afirma el comunicado.
“Repsol tiene una partición del 57,43% en el capital de YPF, con un valor contable en sus estados financieros consolidados a 31 de diciembre de 2011 de 4.122 millones de euros. Adicionalmente, Repsol YPF mantiene un préstamo con el Grupo Petersen valorado en esa fecha en 1.542 millones de euros”.
La empresa española denunció que la decisión favorece al grupo en manos de la familia Eskenazi. “YPF representó en 2011 un 25,6% del resultado operativo del Grupo y un 21% del resultado neto. En ese ejercicio, las inversiones de explotación de YPF supusieron el 33,7% de las totales del Grupo. Por otra parte, como consecuencia de la medida anunciada hoy por el Gobierno argentino, la deuda neta en el Grupo se reducirá en aproximadamente 1.600 millones de euros”, acusó el texto.
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