La mujer de 50 años se encontraba separada de su esposo y se había mudado a la casa de su madre. El pasado 12 de abril, el hombre la sorprendió en el ascensor del edificio y la atacó con un cuchillo. Le dio puñaladas en la cabeza, cuello y manos.
En ese momento se cortó la luz y el hombre siguió dando cuchilladas a ciegas. Ella fingió entonces su muerte y el atacante lo creyó y terminó dejando el lugar.
La mujer se incorporó y corrió al departamento de su madre a pedir ayuda, cuando advirtió que la hoja del cuchillo se había atorado en su abrigo, a la altura de su espalda.
Fue trasladada a un centro médico con varias heridas, pero ninguna fue mortal. Después de varios días hospitalizada, fue dada de alta.
El hombre por su parte, una vez que pensó que había matado a la mujer, se dirigió a la comisaría más cercana para confesar que había asesinado a su esposa. Hoy se encuentra detenido y enfrenta cargos por intento de homicidio.
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