COLOMBIA
GARA | BOGOTÁ
Las FARC propusieron entregar al periodista francés Romeo Langlois «en un lugar seguro a una comisión formada por la Cruz Roja Internacional, la exsenadora Piedad Córdoba y un delegado personal del nuevo presidente de Francia, François Hollande». Así lo expresó el Secretariado de la guerrilla en un comunicado hecho público por la agencia cubana Prensa Latina.
Reiteró que «aprehender en medio de un combate a quien en un operativo militar viste uniforme del enemigo y lo acompaña, en nada lesiona nuestro compromiso de no secuestrar con fines financieros».
Se reservó «el pleno derecho a, en casos como este, detener e investigar, trátese de un nacional o un extranjero, porque cada vez es mayor el número de personal militar y paramilitar estadounidense o a su servicio que interviene en la guerra y los mandos militares se ufanan de usar infiltrados y espías para propinarnos golpes severos».
«El caso de Langlois resulta ideal para develar el papel que desempeñan los grandes medios, que antes de informar y promover el pensamiento libre, la gran prensa tergiversa la realidad para convertir en única verdad la versión de sus patrocinadores», añadió.
Recordó que hace dos años, los periodistas Hollman Morris, Leonardo Acevedo y Camilo Raigoza «fueron arbitrariamente detenidos por el Ejército en el Caquetá, cuando de modo independiente cubrían la entrega de dos prisioneros de guerra. Vestían de civil y hasta el presidente los acusó de propagandistas de las FARC-EP. La gran prensa se mostró totalmente indiferente con ellos».
GARA | BOGOTÁ
Las FARC propusieron entregar al periodista francés Romeo Langlois «en un lugar seguro a una comisión formada por la Cruz Roja Internacional, la exsenadora Piedad Córdoba y un delegado personal del nuevo presidente de Francia, François Hollande». Así lo expresó el Secretariado de la guerrilla en un comunicado hecho público por la agencia cubana Prensa Latina.
Reiteró que «aprehender en medio de un combate a quien en un operativo militar viste uniforme del enemigo y lo acompaña, en nada lesiona nuestro compromiso de no secuestrar con fines financieros».
Se reservó «el pleno derecho a, en casos como este, detener e investigar, trátese de un nacional o un extranjero, porque cada vez es mayor el número de personal militar y paramilitar estadounidense o a su servicio que interviene en la guerra y los mandos militares se ufanan de usar infiltrados y espías para propinarnos golpes severos».
«El caso de Langlois resulta ideal para develar el papel que desempeñan los grandes medios, que antes de informar y promover el pensamiento libre, la gran prensa tergiversa la realidad para convertir en única verdad la versión de sus patrocinadores», añadió.
Recordó que hace dos años, los periodistas Hollman Morris, Leonardo Acevedo y Camilo Raigoza «fueron arbitrariamente detenidos por el Ejército en el Caquetá, cuando de modo independiente cubrían la entrega de dos prisioneros de guerra. Vestían de civil y hasta el presidente los acusó de propagandistas de las FARC-EP. La gran prensa se mostró totalmente indiferente con ellos».
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