lunes, 17 de septiembre de 2012

*LA CENTRAL SINDICAL INDEPENDENTISTA LAB CONVOCA A PARALIZAR EUSKAL HERRIA*.

*EUSKAL HERRIA / PAIS VASCO*

    Contra la dictadura económica, huelga general

Garbiñe Aranburu, Bea Martxueta Secretarias de acción sindical y 
negociación colectiva, y de políticas sociales de LAB, respectivamente

Es mentira que con un modelo de relaciones laborales desregulado o con 
un sector público débil se garantice un crecimiento económico. Durante 
los últimos años han realizado varios recortes, todos en dicha 
dirección, y el paro sigue aumentando, no hay crecimiento económico, las 
desigualdades aumentan, hay mayor pobreza...

Desde que comenzó la crisis nos resulta interminable la lista de 
reformas y de recortes. Es imposible realizar una valoración y hacer una 
mención de todas las medidas que nos han impuesto. Lo que está claro es 
que están cambiando tanto los modelos económico y sociales como el 
modelo territorial. Nos están imponiendo un modelo capitalista más duro, 
si cabe, y sus costes sociales son enormes. Por otra parte, también 
están suprimiendo los limitados poderes de decisión que teníamos en 
Euskal Herria. El Estado español ha decidido que es hora de finiquitar 
el modelo autonómico y, por medio de decretos y leyes orgánicas, está 
llevando a cabo un proceso de centralización y de uniformización.

Todas estas medidas tienen como objetivo la imposición de una dictadura 
económica. Lo que en estos momentos está en juego es si también en 
Euskal Herria se impone o no dicha dictadura. Las reformas van a 
condicionar nuestro futuro como pueblo y como personas trabajadoras; nos 
jugamos si se aplican Euskal Herria o, por el contrario, comenzamos a 
recorrer un camino propio. Como en 1978, estamos viviendo momentos 
decisivos, están produciéndose y se van a producir cambios profundos, 
pero la cuestión es en qué dirección se van a llevar a cabo: tenemos dos 
opciones, o por parte del estado y del autonomismo se repite el fraude 
del 78 y la jugada para garantizar los intereses de la élite económica, 
o se emprende el camino de la soberanía.

En julio, cuando hicimos el llamamiento de huelga para el 26 de 
septiembre, lo hacíamos en el contexto del rescate del sistema 
financiero y el «Real Decreto Ley sobre las medidas para el impulso de 
la estabilidad».

Para el rescate de la banca decidieron desviar 100.000 millones de euros 
de los fondos públicos; no es la primera vez. De esta forma hay menos 
dinero, o no lo hay, para impulsar el crecimiento económico, para tener 
un sector público fuerte, para hacer políticas de creación de empleo o 
para el desarrollo de servicios públicos. De ahí a un mes escaso, ha 
llegado el Decreto para cambiar el modelo de Estado: se ataca al derecho 
que tiene el colectivo de personas paradas a la protección social, suben 
el IVA, dejan sin protección a las personas trabajadoras dependientes y 
quitan la paga de Navidades a las personas que trabajan en el sector 
público. Mención especial merece la situación de las personas paradas. 
En un contexto de precariedad y temporalidad galopante, en Hego Euskal 
Herria 208.774 personas, además de sufrir la negación de su derecho a un 
empleo, están sufriendo la degradación sistemática de la cobertura del 
desempleo.

No hay atisbo de que la situación vaya a mejorar, al contrario. Se han 
puesto en marcha nuevas agresiones. Durante años se ha dejado hacer a la 
banca todo lo que quiere y quieren que con la creación del banco malo, 
las consecuencias de los «activos tóxicos» acumulados y basados en la 
especulación, las paguemos entre todos y todas. Por otra parte, están 
acordando los términos del rescate o intervención. En el Estado español 
se están gestando nuevos ataques y en el Estado francés van por el mismo 
camino; ya han anunciado que van a hacer recortes para cumplir con el 
déficit, reduciendo el gasto público y reformando el mercado laboral. Se 
toma la decisión política de proteger a la banca mientras se condena a 
la sociedad al paro y a la pobreza.

Saben que en Euskal Herria, porque lo hemos dejado claro mediante cuatro 
huelgas generales y muchas movilizaciones, no estamos dispuestos a 
aceptarlo; de reforma en reforma nos arrebatan los medios, para que cada 
vez nos resulte mas difícil defender nuestros derechos. Han dejado en 
nada el derecho a la negociación colectiva, totalmente necesario para la 
defensa de los salarios de las personas trabajadoras y las condiciones 
laborales. Han llevado a Madrid los espacios de negociación, han dado a 
la administración y a la patronal la oportunidad de no cumplir, de 
manera unilateral, lo pactado.

¿Qué es todo esto sino una dictadura económica? El modelo que están 
imponiendo solo favorece a una pequeña élite, no lo hacen para 
beneficiar a la economía y para su crecimiento, aunque así lo quieran 
hacer creer.

Es mentira que con un modelo de relaciones laborales desregulado o con 
un sector público débil se garantice un crecimiento económico. Durante 
los últimos años han realizado varios recortes, todos en dicha 
dirección, y el paro sigue aumentando, no hay crecimiento económico, las 
desigualdades sociales aumentan, hay mayor pobreza, etc.

Esto tiene alternativa, la construcción de otro modelo social y 
económico: que reduzca las desigualdades, que van en aumento, entre 
personas ricas y pobres y que haga posible un reparto de la riqueza más 
justo, que reparta el trabajo productivo y reproductivo, que garantice 
la protección social,... Al fin y al cabo, hablamos de un modelo que 
esté al servicio de las personas y no a lo que dicen los mercados.

Para ello es necesario tener una voluntad política, y claro, el 
empresariado no está dispuesto a renunciar a sus privilegios y a 
implicarse en ese camino. Dicha voluntad no surgirá espontáneamente, una 
mayoría social deberá obligarles a recorrer ese camino. Así pues, dando 
continuidad a lo que hemos realizado hasta ahora, continuaremos 
movilizándonos y luchando en los centros de trabajo y en la calle, hasta 
que se materialice esa voluntad de construcción de la alternativa.

El día 26 os llamamos a que llenéis las calles, principalmente, con dos 
reivindicaciones:

Dejar claro que estamos en contra de los recortes; exigir a las 
instituciones propias que no se apliquen las imposiciones provenientes 
de Madrid, para que de una vez cambie la dirección de las políticas 
publicas que se llevan a cabo en nuestro espacio.

Reivindicar que la palabra y la decisión corresponde a Euskal Herria. 
Esta huelga debe mostrar que las trabajadoras y los trabajadores vascos 
que conformamos la mayoría social reinvindicamos hacer un camino propio.

Por todo ello, el 26 de septiembre, huelga general.

¡Nos vemos en la calle!

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