sábado, 20 de octubre de 2012

Negociaciones por la paz en Colombia.

COLOMBIA

Victimas y victimarios

Por ANNCOL

OSLO / 2012-10-18 / Razón tuvo Álvaro Leiva cuando dijo que el gavirista Humberto de la Calle, fue enviado en 1990 por el Presidente Cesar Gaviria al proceso de paz iniciado en Caracas, con el fin único de destruirlo para que la Constituyente del 91 que dio inicio a la apertura neoliberal ?de bienvenidos al futuro?, se pudiera imponer mediante el presupuesto militar de la guerra contrainsurgente.

Hoy 18 de octubre 2012 en Oslo (Noruega) y como jefe único del equipo negociador oficial del gobierno colombiano para la segunda fase del acuerdo pactado en la Habana, quedó claro nuevamente su papel de ?demoledor de acuerdos? que le señala Álvaro Leiva.

Como buen rábula o tinterillo paisa, y haciendo gala de un santanderismo leguleyo que dice haber superado, hace semejante viaje hasta Oslo, para dedicarse durante todo el tiempo que estuvo ante las cámaras de televisión que difundieron el evento a todo el mundo, a limitarse a dos cosas:
Primero a explicar según su interpretación leguleya, la dinámica para el desarrollo de los numerales del acuerdo de la Habana y escudarse en ellos para eludir agresivamente todas las preguntas abiertas que le hicieron los periodistas , y. 
Segundo, a oficializar la concepción militarista y escolástica que divide a los colombianos entre Buenos y Malos, ahora bajo la forma de Victimas y Victimarios, borrando la existencia de clases sociales, grupos étnicos, sectores sociales, regiones o territorios etcétera, que constituyen la sociedad, y la organización del Estado que se supone falsamente en Colombia, está regido por la legitimidad y la legalidad:


Más dinero para más guerra es el slogan del gobierno Santista para que el proceso de
paz sea "exitoso". 


El Estado legítimo y revestido de legalidad internacional, con un plan contrainsurgente y paramilitar preconcebido y financiado con ayuda Estadounidense, ES IGUAL, en cuanto a responsabilidades jurídicas y éticas, a unos ilegales e ilegítimos levantados en armas.

A SU TAJANTE AFIRMACIÓN de que el modelo económico vigente en Colombia no estaba en discusión y menos en la agenda para finalizar el conflicto, porque no estaba en los puntos del contrato. Y para que las Farc pudieran hablar de economía debían primero dejar las armas, después ganar las elecciones, para después, sí poder hablar del modelo económico neoliberal de guerra de despojo que se impuso al pueblo trabajador colombiano; el comandante de las Farc-EP Iván Márquez, hábilmente y más tranquilo a continuación le respondió haciendo leer el preámbulo de dicho acuerdo firmado, que puede tener otras lecturas e interpretaciones.

Pero no es solo el preámbulo. El Punto medular de lo pactado en la Habana; el asunto agrario, condensa dentro de sí todo el problema del modelo económico con el cual se piensa desarrollar el campo colombiano y combatir la pobreza.

ANNCOL , invitando a un debate amplio, respondió ayer un documento publico firmado por ?Centenares de artistas, profesores, investigadores, periodistas y líderes comunitarios que respaldan el proceso de paz que comienza esta semana en Oslo titulado ?Diálogos en Oslo: Una oportunidad única e irrepetible?, como un importante insumo para un debate democrático amplio y de altura sobre el proceso de diálogos firmado en la Habana (27.agosto.2012) entre el Estado colombiano y la insurgencia de las Farc.
En este documento se hace hincapié en el asunto de los conflictos por la tierra y se proponen ?algunos temas para iluminar el proceso de desarrollo agrario y rural con el cual se inicia la agenda de negociación?, tales como:
1- la superación de la pobreza rural.
2- la democratización de la propiedad de la tierra
3- la relación agricultura-minería
4- la reconversión de tierras dedicadas a la ganadería
5-la inversión extranjera
6-la reprimarización de la economía
7-las reservas campesinas
8- la seguridad alimentaria
9-la protección de los recursos naturales.
Temas todos económicos que ANNCOL considera son importantes de considerar por estar íntimamente relacionados al modelo económico neoliberal vigente en Colombia, pero que NO agotan todo este complejo y enmarañado asunto de la Reforma Agraria, que tampoco es la única reforma que requiere y demanda la sociedad colombiana para poner fin al conflicto, superarlo, y alcanzar la paz social. Que hay más reformas pendientes, las cuales tarde o temprano tocarán el asunto agrario con el cual están profundamente interrelacionados.



POR EJEMPLO, AL TRATAR LA CUESTIÓN de la inversión del capital financiero en el suelo o en la tierra, o del Ordenamiento Territorial, o las licencias ecológicas, se tendrá que abordar desde el aspecto que las encadena a todas ellas, cual es el de las relaciones de producción vigentes actualmente en Colombia; valga decir las Relaciones de Propiedad de la Tierra considerada únicamente como la propiedad privada; cuando en la realidad de nuestro país coexisten otras formas de propiedad de la tierra como la indígena, la afro, la comunitaria, la pública, la mixta, la comunal, la municipal, la cooperativa , el subsuelo nacional, y que no están explicitadas en leyes específicas o reglamentos de la Constitución, por lo que habrá que expedirlas y reglamentar las adecuadamente.

Es por esto que, esa es la visión leguleya de atenerse solamente a la letra de los contratos, cuando la vida muestra que un tema tan trascendental como finalizar el conflicto para alcanzar la paz en Colombia y que actualmente se condensa en el problema agrario; levará NECESARIAMENTE a tocar los demás temas de la economía que le son relacionados como se escribe arriba y que también llevarán al asunto de las diversas formas de propiedad enunciadas en la Constitución de Colombia del 91, de la cual el abogado Humberto de La Calle hoy jefe de la delegación oficial del Estado colombiano ayudó a redactar. Es por esto que de previendo esta discusión la desecha de plano amenazando con concluir prematuramente este esperanzador proceso de poner fin al conflicto histórico social y armado de Colombia para alcanzar la paz, diciendo arrogantemente que ?el gobierno colombiano no es rehén de este proceso de paz?

Entonces ANNCOL pregunta: ¿Para qué hizo semejante viaje hasta Oslo? ¿Para oficializar su ruptura y luego decir por su aparato de propaganda, que fueron las Farc las que engañaron las aspiraciones de Paz del pueblo colombiano, como tradicionalmente lo han hecho?

Mala cosa dr de la Calle: llenarse de ira como si estuviera con su esposa, porque la contra parte expone sus puntos de vista.

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