lunes, 7 de octubre de 2013

EL NUEVO "CORTE".

ACERCA DE LA PERSECUSIÓN RACISTA DE HAITIANO EN REPÚBLICA DOMINICANA

Por Narciso Isa Conde

                                                                        Rafael Leónidas y Héctor Trujillo en plena tiranía.

Aquel "corte", el de Trujillo, dicen que se llevó unas veinte mil cabezas haitianas, procedentes de la heroica matria que desbrozó el camino de la primera independencia latino-caribeña y realizó la primera revolución antiesclavista en el "nuevo mundo". Una de la más hermosa y justiciera insurrección negra que ojos humanos hayan visto.

Alguien, que después se llamaría José Francisco Peña, perdió su padre y su madre en aquella matanza, no ha así el dolor eterno que provoca la discriminación dominante y el cruel estigma racista.

A él le objeté su empeño en demostrar que no era un sobreviviente de la matanza y le sugerí que defendiera con gallardía su valioso origen, y me respondió con rostro contraído: ¡Ay Narciso, tu no sabes lo terrible que es esta oligarquía racista, si lo hago, me trituran!

Cierto, ni yo, ni él que la sufría a flor de piel, teníamos conciencia plena de hasta donde podía llegar la maldad que es capaz de generar el racismo anti-haitiano. Pensábamos que las variantes del nazi- fascismo ya no eran viables después de su derrota en la Segunda Guerra Mundial.

Pero en verdad han vuelto a coger un vuelo inusitado en esta hora de los hornos, de esta desgarradora era neoliberal del capitalismo decadente. Los colmillos del racismo y la xenofobia se afilan, y crece una especie de neo-nazismo con rasgos propios por países y regiones, que se convierte en corrientes políticas con tendencia a fundirse con los Estados.

Aquí está en pleno auge, después de entronizada la Constitución del 2010, de reciclado el seudo nacionalismo anti-haitiano, de integradas la instituciones que conforman la dictadura morada con sus pervertidas cortes fascistoides que no son altas ni cortes.

Y han puesto en marcha el nuevo corte, dirigido a matar en vida, a lanzar a la condición de parias indocumentados, a centenares de miles de dominicanos/as descendientes de haitianos y haitianas; y a perseguir despiadadamente las nuevas olas de emigrantes del vecino y súper-empobrecido país, ocupado militarmente por EEUU y sus aliados.


Un corte post-moderno, inicialmente sin sangre, pero seguramente más cruel y más masivo. Calculen: todos/as los/as indebidamente registrados/as del 1929 hasta la fecha. ¡Un rompan fila y vive el Jefe con vaselina!

Solo que no han pensado que su manera de gobernar y dominar pronto habrá de terminar muy mal, pues más que fortaleza indica cuan podridas están sus mentes y descompuesto su sistema.

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