EUSKAL HERRIA / PAIS VASCO
Guardias civiles armados asaltan Herrira y se llevan 18 detenidos
El Estado español recupera la estrategia de las macrorredadas políticas bajo la argucia del «todo es ETA». Golpea al movimiento por los derechos humanos de los presos. Hasta el presidente del PSE, Jesús Eguiguren, alerta de la gravedad de la operación
R.S. | DONOSTIA
Las grandes redadas de motivación política vuelven a convulsionar a Euskal Herria. Y atacan además a un movimiento que se ha distinguido por su trabajo en favor de la resolución del conflicto, comenzando por su humanización. A media mañana de ayer, aprovechando que buena parte de los representantes de Herrira se habían reunido en su sede de Hernani, la Guardia Civil desencadenó hasta dieciocho detenciones en los cuatro herrialdes del sur. Desde el Gobierno español, todo ello se justificó con el latiguillo habitual en estos casos: «Es un tentáculo de ETA».
En Euskal Herria, la operación provocó un estupor generalizado en ámbitos políticos -que se detectó en declaraciones como las de Jesús Eguiguren (PSE) acusando al Gobierno de «provocación»-, así como grandes movilizaciones de respuesta por la noche, que seguirán durante los próximos días.
El salto cualitativo dado por el Ejecutivo del PP resulta evidente, ya que dado el nuevo escenario abierto por el cese definitivo de la lucha armada en octubre de 2011 este tipo de actuaciones masivas e inequívocamente políticas habían dejado de producirse. Las últimas ocurrieron entre finales de 2010 y principios de 2011, de modo sucesivo, contra Askapena, el movimiento juvenil y Ekin. La redada se produce además a solo dos semanas del inicio de los macrojuicios contra Batasuna y Segi, en los que hasta 76 personas se sentarán juntas en el banquillo.
La mayor parte de las detenciones se produjeron en la citada reunión de Hernani. Hay personas de todas las edades, con una trayectoria pública muy conocida en estos últimos tiempos dado que Herrira es un movimiento marcadamente abier- to, transparente y plural, además de muy activo. La Guardia Civil capturó allí a Nagore García, Manu Ugartemendia, Jon Garai, Sergio Labayen, Eneko Villegas, Roberto Noval, Ibon Meñika, José Antonio Fernández, Oscar Sánchez y Jesús Mari Aldunberri. En Andoain fue detenido Ekain Zubizarreta. Imanol Karrera, en Uharte. Amaia Esnal, en Donostia. Eneko Ibarguren, en Azpeitia. Y Ane Zelaia, en Gasteiz. Beñat Zarrabeitia, Gorka González y Fran Balda completan la lista de detenidos, confirmada a mediodía por el Ministerio del Interior.
Todos ellos se encuentran esta vez comunicados, por lo que los registros pudieron ser supervisados por abogados de confianza o de oficio. Amaiur remitió una carta al ministro del Interior en la que reclama que no sean incomunicados.
«Enaltecimiento» como base
En cualquier caso, las acusaciones explicitadas por Interior son muy graves al incluir la «pertenencia» a ETA, aunque el mayor énfasis se pone sobre la imputación del «enaltecimiento». Con ello se da continuidad al argumento explotado en verano por dirigentes como el delegado español en la CAV, Carlos Urquijo, que no en vano habló de «excelente noticia».
Así, el hilo conductor de la redada, firmada por el juez Eloy Velasco, consistiría en imputarles la realización de actos por los presos en esa clave de «enaltecimento», aunque toda la actuación de Herrira se ha atenido estrictamente a la demanda de respeto a los derechos de los presos y de hecho las manifestaciones masivas de Bilbo se han realizado bajo el lema de «Derechos humanos, resolución, paz». También se trataría de situarles como sucesores de las ilegalizadas Gestoras y Askatasuna.
El ministro Jorge Fernández Díaz, en un acto en Ávila, trató de desviar la atención hacia ETA. Dijo que la redada constituye un mensaje «claro» de que el Gobierno «no va a negociar» y seguirá actuando «hasta que ETA se disuelva y deje de ser lo que ha sido durante tantos años, una pesadilla para los vascos, navarros y el conjunto de los españoles».
Fernández Díaz obvió que la labor de Herrira se ha dedicado a reivindicar los derechos humanos, para sostener que «se trata claramente del tentáculo que vincula a ETA con el llamado Colectivo de Presos Vascos».
Tras las detenciones, que se dan por concluidas, las sedes quedan precintadas y se procederá también a cerrar las páginas webs y otros soportes de Herrira en las redes sociales.
Friendship: «Hacen un trabajo esencial para una paz duradera»
Basque Friensdhip, el intergrupo del Parlamento Europeo que apoya la resolución del conflicto, reaccionó con urgencia ante la gravedad de la redada. Habla en una nota de «violación absoluta de las libertades democráticas y una grave violación de los derechos humanos tales como la libertad de reunión o la libertad de expresión.
Nosotros, europarlamentarios y miembros del Friendship, nos hemos reunido en varias ocasiones con los representantes de Herrira y hemos apoyado sus iniciativas, porque estamos convencidos de que, desde el respeto de los derechos humanos y el rechazo de todo tipo de violencia, hacen un trabajo esencial en la defensa de los derechos humanos de los presos y refugiados políticos vascos, lo que supone a su vez un elemento fundamental para alcanzar una situación de normalización política y una paz duradera en el País Vasco».
Friendship añade que la redada «pone de manifiesto la total falta de voluntad política del Gobierno español en relación con el proceso de paz. Denunciamos con firmeza esta inaceptable falta de responsabilidad de Madrid». Le exige «respeto a los derechos humanos y políticos» y que comience liberando a los dieciocho.
Decenas de protestas improvisadas, carga en Hernani y pelotazos de nuevo en Bilbo
Pese a que la redada se realizó a media mañana, la noticia corrió como la pólvora y para mediodía ya se habían convocado numerosas movilizaciones nocturnas de protesta. Fueron muy cuantiosas en las localidades de los detenidos, como apuntan los 900 manifestantes en Orereta, los 400 de Zumaia, el cerca de un millar de Arrasate, los 300 de Arbizu...
En Iruñea, la protesta se centró en la sede del PP de la calle Carlos III, aprovechando la concentración que se realizó ayer, como cada lunes desde hace meses. En Donostia se movilizaron cientos de personas, entre ellas miembros de Sortu, Aralar y Alternatiba, diputados forales y la presidenta de JJGG de Gipuzkoa, Lohitzune Txarola.
En Bilbo, la reivindicación de libertad para los detenidos acampó en la Plaza del Arriaga y aledaños durante toda la tarde. Al concluir los registros, se produjo una pequeña enzarzada y la Ertzaintza volvió a disparar algunas pelotas de goma para disolver la concentración, pese a la conmoción provocada en la ciudad por la muerte de Iñigo Cabacas a consecuencia de un proyectil de este tipo hace año y medio. También cargó en Hernani y dejó heridos, como la senadora de Amaiur Amalur Mendizabal.
Tensión hubo también en Leitza, donde la Guardia Civil amenazó con identificar uno a uno al más del centenar de concentrados. Llegaron hasta el cuartel, pero finalmente optaron por marcharse.
No solo fueron concentraciones. En Lezo, por ejemplo, después de una movilización de 55 vecinos se improvisó una caravana de coches. En Berriozar protestaron 80 personas, en Idiazabal 57, en Tolosa 115, en Igorre 100, en Zegama 26, en Gares 30, en Lizarra 60, en Munitibar 30, en Trintxerpe 40, en Deba 90, en Pasai Antxo 100, en Zaldibia 64, en Larrabetzu 78, en Lazkao 45, en Segura 70, en Irun 150, en Etxalar 19, en Sopela 70, en Oñati 350, en Bakio 82, en Zarautz 100, en Elgoibar 76, en Otxandio 75, en Astigarraga 60, en Urretxu-Zumarraga-Legazpi 250, en Eibar 110, en Elduaien-Berastegi-Berrobi, en Ibarra 51, en Gaztelu 22, en Anoeta-Irura 90, en Gernika 275, en Ondarroa 60, en Mallabia 35, en Iurreta 52, en Bermeo 150, en Ea 45, en Zaldibar 42, en Zamudio 300, en Erandio 65, en Laudio 76, en Astrabudua 25 y en Gamiz-Fika 26. La denuncia de la redada se solapó con la demanda de los derechos de los presos en concentraciones de los lunes en puntos como Abadiño (30), Altsasu (40), Euba (14) y Sopela (25).
Guardias civiles armados asaltan Herrira y se llevan 18 detenidos
El Estado español recupera la estrategia de las macrorredadas políticas bajo la argucia del «todo es ETA». Golpea al movimiento por los derechos humanos de los presos. Hasta el presidente del PSE, Jesús Eguiguren, alerta de la gravedad de la operación
R.S. | DONOSTIA
Las grandes redadas de motivación política vuelven a convulsionar a Euskal Herria. Y atacan además a un movimiento que se ha distinguido por su trabajo en favor de la resolución del conflicto, comenzando por su humanización. A media mañana de ayer, aprovechando que buena parte de los representantes de Herrira se habían reunido en su sede de Hernani, la Guardia Civil desencadenó hasta dieciocho detenciones en los cuatro herrialdes del sur. Desde el Gobierno español, todo ello se justificó con el latiguillo habitual en estos casos: «Es un tentáculo de ETA».
En Euskal Herria, la operación provocó un estupor generalizado en ámbitos políticos -que se detectó en declaraciones como las de Jesús Eguiguren (PSE) acusando al Gobierno de «provocación»-, así como grandes movilizaciones de respuesta por la noche, que seguirán durante los próximos días.
El salto cualitativo dado por el Ejecutivo del PP resulta evidente, ya que dado el nuevo escenario abierto por el cese definitivo de la lucha armada en octubre de 2011 este tipo de actuaciones masivas e inequívocamente políticas habían dejado de producirse. Las últimas ocurrieron entre finales de 2010 y principios de 2011, de modo sucesivo, contra Askapena, el movimiento juvenil y Ekin. La redada se produce además a solo dos semanas del inicio de los macrojuicios contra Batasuna y Segi, en los que hasta 76 personas se sentarán juntas en el banquillo.
La mayor parte de las detenciones se produjeron en la citada reunión de Hernani. Hay personas de todas las edades, con una trayectoria pública muy conocida en estos últimos tiempos dado que Herrira es un movimiento marcadamente abier- to, transparente y plural, además de muy activo. La Guardia Civil capturó allí a Nagore García, Manu Ugartemendia, Jon Garai, Sergio Labayen, Eneko Villegas, Roberto Noval, Ibon Meñika, José Antonio Fernández, Oscar Sánchez y Jesús Mari Aldunberri. En Andoain fue detenido Ekain Zubizarreta. Imanol Karrera, en Uharte. Amaia Esnal, en Donostia. Eneko Ibarguren, en Azpeitia. Y Ane Zelaia, en Gasteiz. Beñat Zarrabeitia, Gorka González y Fran Balda completan la lista de detenidos, confirmada a mediodía por el Ministerio del Interior.
Todos ellos se encuentran esta vez comunicados, por lo que los registros pudieron ser supervisados por abogados de confianza o de oficio. Amaiur remitió una carta al ministro del Interior en la que reclama que no sean incomunicados.
«Enaltecimiento» como base
En cualquier caso, las acusaciones explicitadas por Interior son muy graves al incluir la «pertenencia» a ETA, aunque el mayor énfasis se pone sobre la imputación del «enaltecimiento». Con ello se da continuidad al argumento explotado en verano por dirigentes como el delegado español en la CAV, Carlos Urquijo, que no en vano habló de «excelente noticia».
Así, el hilo conductor de la redada, firmada por el juez Eloy Velasco, consistiría en imputarles la realización de actos por los presos en esa clave de «enaltecimento», aunque toda la actuación de Herrira se ha atenido estrictamente a la demanda de respeto a los derechos de los presos y de hecho las manifestaciones masivas de Bilbo se han realizado bajo el lema de «Derechos humanos, resolución, paz». También se trataría de situarles como sucesores de las ilegalizadas Gestoras y Askatasuna.
El ministro Jorge Fernández Díaz, en un acto en Ávila, trató de desviar la atención hacia ETA. Dijo que la redada constituye un mensaje «claro» de que el Gobierno «no va a negociar» y seguirá actuando «hasta que ETA se disuelva y deje de ser lo que ha sido durante tantos años, una pesadilla para los vascos, navarros y el conjunto de los españoles».
Fernández Díaz obvió que la labor de Herrira se ha dedicado a reivindicar los derechos humanos, para sostener que «se trata claramente del tentáculo que vincula a ETA con el llamado Colectivo de Presos Vascos».
Tras las detenciones, que se dan por concluidas, las sedes quedan precintadas y se procederá también a cerrar las páginas webs y otros soportes de Herrira en las redes sociales.
Friendship: «Hacen un trabajo esencial para una paz duradera»
Basque Friensdhip, el intergrupo del Parlamento Europeo que apoya la resolución del conflicto, reaccionó con urgencia ante la gravedad de la redada. Habla en una nota de «violación absoluta de las libertades democráticas y una grave violación de los derechos humanos tales como la libertad de reunión o la libertad de expresión.
Nosotros, europarlamentarios y miembros del Friendship, nos hemos reunido en varias ocasiones con los representantes de Herrira y hemos apoyado sus iniciativas, porque estamos convencidos de que, desde el respeto de los derechos humanos y el rechazo de todo tipo de violencia, hacen un trabajo esencial en la defensa de los derechos humanos de los presos y refugiados políticos vascos, lo que supone a su vez un elemento fundamental para alcanzar una situación de normalización política y una paz duradera en el País Vasco».
Friendship añade que la redada «pone de manifiesto la total falta de voluntad política del Gobierno español en relación con el proceso de paz. Denunciamos con firmeza esta inaceptable falta de responsabilidad de Madrid». Le exige «respeto a los derechos humanos y políticos» y que comience liberando a los dieciocho.
Decenas de protestas improvisadas, carga en Hernani y pelotazos de nuevo en Bilbo
Pese a que la redada se realizó a media mañana, la noticia corrió como la pólvora y para mediodía ya se habían convocado numerosas movilizaciones nocturnas de protesta. Fueron muy cuantiosas en las localidades de los detenidos, como apuntan los 900 manifestantes en Orereta, los 400 de Zumaia, el cerca de un millar de Arrasate, los 300 de Arbizu...
En Iruñea, la protesta se centró en la sede del PP de la calle Carlos III, aprovechando la concentración que se realizó ayer, como cada lunes desde hace meses. En Donostia se movilizaron cientos de personas, entre ellas miembros de Sortu, Aralar y Alternatiba, diputados forales y la presidenta de JJGG de Gipuzkoa, Lohitzune Txarola.
En Bilbo, la reivindicación de libertad para los detenidos acampó en la Plaza del Arriaga y aledaños durante toda la tarde. Al concluir los registros, se produjo una pequeña enzarzada y la Ertzaintza volvió a disparar algunas pelotas de goma para disolver la concentración, pese a la conmoción provocada en la ciudad por la muerte de Iñigo Cabacas a consecuencia de un proyectil de este tipo hace año y medio. También cargó en Hernani y dejó heridos, como la senadora de Amaiur Amalur Mendizabal.
Tensión hubo también en Leitza, donde la Guardia Civil amenazó con identificar uno a uno al más del centenar de concentrados. Llegaron hasta el cuartel, pero finalmente optaron por marcharse.
No solo fueron concentraciones. En Lezo, por ejemplo, después de una movilización de 55 vecinos se improvisó una caravana de coches. En Berriozar protestaron 80 personas, en Idiazabal 57, en Tolosa 115, en Igorre 100, en Zegama 26, en Gares 30, en Lizarra 60, en Munitibar 30, en Trintxerpe 40, en Deba 90, en Pasai Antxo 100, en Zaldibia 64, en Larrabetzu 78, en Lazkao 45, en Segura 70, en Irun 150, en Etxalar 19, en Sopela 70, en Oñati 350, en Bakio 82, en Zarautz 100, en Elgoibar 76, en Otxandio 75, en Astigarraga 60, en Urretxu-Zumarraga-Legazpi 250, en Eibar 110, en Elduaien-Berastegi-Berrobi, en Ibarra 51, en Gaztelu 22, en Anoeta-Irura 90, en Gernika 275, en Ondarroa 60, en Mallabia 35, en Iurreta 52, en Bermeo 150, en Ea 45, en Zaldibar 42, en Zamudio 300, en Erandio 65, en Laudio 76, en Astrabudua 25 y en Gamiz-Fika 26. La denuncia de la redada se solapó con la demanda de los derechos de los presos en concentraciones de los lunes en puntos como Abadiño (30), Altsasu (40), Euba (14) y Sopela (25).
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