MÉXICO
Innovar las formas de lucha, minimizar los efectos represivos, oponiendo la inteligencia y la astucia al garrote, movilizar grupos pequeños en distintos puntos, retomar experiencias exitosas como los escraches o los cortes de ruta
17/11/2012
por Ricardo Mendoza
Con el retorno Priista a la presidencia de la república no sorprende que también haya retornado la tradicional política represiva que durante 71 años caracterizo al régimen dictatorial, para muestra el asesinato de profesores disidentes en Veracruz, la represión a granel de los mismos y de quienes los apoyan en distintos estados de la república.
El gobierno Priista no conoce si no dos formas de respuesta respecto a la inconformidad social: el inconforme es cooptado por las estructuras oficiales o bien, si este se niega puede ser detenido, torturado, desaparecido o asesinado, este régimen no conoce otra manera de mantener su paz social, paz de muertos.
Todo esto mientras se muestra incapaz de contener la violencia del crimen organizado, provocando el surgimiento del fenómeno de la guardias comunitarias, grupos civiles de autodefensa que han surgido en los últimos meses como la última alternativa que pueblos enteros han encontrado para defenderse de las extorsiones y demás abusos de sicarios que campan a sus anchas protegidos o tolerados por el estado mexicano.
En el caso de la capital el gobierno federal no pueden operar de la misma forma, pues primero, formalmente no ejerce el gobierno local y luego la resistencia a medidas represivas es mayor dada la concentración de simpatizantes y militantes de organizaciones de izquierda, y de derechos humanos, la exposición mediática también es mayor, por lo que la represión se está dando poniendo mayor cuidando en las formas.
Así puede entenderse que el gobierno capitalino optara por importar el modelo proto-fascista de control que se ejerce en el estado español, incluida la infiltración de policías vestidos de civil para provocar los disturbios que justifiquen luego, la represión.
En este marco represivo resulta fundamental el actuar de los medios masivos de comunicación, el bombardeo constante de propaganda que presenta a los manifestantes como vagos, delincuentes, gente que ocupa las calles porque no tiene otra cosa mejor que hacer o que de plano son pagados para causar disturbios.
Basta sintonizar cualquier estación de radio, mirar las portadas de diarios como Milenio o La Razón, o atreverse a mirar unos minutos los espacios noticiosos de Azteca y Televisa, la propaganda es constante, y en el caso de las protestas magisteriales buscan generar un ambiente propicio para justificar acciones como el desalojo del zócalo capitalino.
Hay que hacer un alto para señalar que la complicidad del gobierno capitalino y en general del perredismo con el gobierno de Enrique Peña Nieto no los convierte en los únicos responsables de la nueva estrategia represiva en el Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador tiene su parte, pues fue el quien cedió los espacios políticos de la capital a cambio de los míseros apoyos que Chuchos y Camachistas brindaron a su pasada candidatura presidencial.
Otra particularidad se encuentra en el llamado ?encapsulamiento?, que en los últimos meses se ha vuelto una práctica habitual por parte de la policía capitalina, no importa si el número de manifestantes es pequeño y menos si estos se manifiestan en actitud pacífica, obstaculizar cualquier tipo de movilización, para de ese modo crear un ambiente de temor.
Hay que entender el retorno del PRI a la presidencia de la república como la opción más viable que ha encontrado la burguesía para imponer las medidas económicas necesarias para sostener su estatus y crecimiento, esto mediante el paquete de reformas que se imponen.
Hay que entender también que estas no podrán imponerse sin oposición, han realizado su trabajo y han evaluado que esta oposición no podrá ser domesticada fácilmente, es por eso que de manera preventiva han lanzado esta campaña de criminalización.
La veda del Zócalo capitalino por ejemplo se entiende al analizar el imaginario clásico del Priismo, el corazón político del país no puede permanecer secuestrado por grupos sediciosos, cuando la imagen que se pretende ofrecer es la de un país controlado, y es por eso que se vuelve fundamental en futuras jornadas de lucha retomar este espacio.
También lo será innovar las formas de lucha, minimizar los efectos represivos, oponiendo la inteligencia y la astucia al garrote, movilizar grupos pequeños en distintos puntos, retomar experiencias exitosas como los escraches o los cortes de ruta, previendo la retirada antes de la llegada de las fuerzas represoras, mucho puede hacerse, pero nunca dejar de pelear, y menos ceder a la intimidación que la burguesía y su clase política pretenden imponernos.
kaosenlared.net
Innovar las formas de lucha, minimizar los efectos represivos, oponiendo la inteligencia y la astucia al garrote, movilizar grupos pequeños en distintos puntos, retomar experiencias exitosas como los escraches o los cortes de ruta
17/11/2012
por Ricardo Mendoza
Con el retorno Priista a la presidencia de la república no sorprende que también haya retornado la tradicional política represiva que durante 71 años caracterizo al régimen dictatorial, para muestra el asesinato de profesores disidentes en Veracruz, la represión a granel de los mismos y de quienes los apoyan en distintos estados de la república.
El gobierno Priista no conoce si no dos formas de respuesta respecto a la inconformidad social: el inconforme es cooptado por las estructuras oficiales o bien, si este se niega puede ser detenido, torturado, desaparecido o asesinado, este régimen no conoce otra manera de mantener su paz social, paz de muertos.
Todo esto mientras se muestra incapaz de contener la violencia del crimen organizado, provocando el surgimiento del fenómeno de la guardias comunitarias, grupos civiles de autodefensa que han surgido en los últimos meses como la última alternativa que pueblos enteros han encontrado para defenderse de las extorsiones y demás abusos de sicarios que campan a sus anchas protegidos o tolerados por el estado mexicano.
En el caso de la capital el gobierno federal no pueden operar de la misma forma, pues primero, formalmente no ejerce el gobierno local y luego la resistencia a medidas represivas es mayor dada la concentración de simpatizantes y militantes de organizaciones de izquierda, y de derechos humanos, la exposición mediática también es mayor, por lo que la represión se está dando poniendo mayor cuidando en las formas.
Así puede entenderse que el gobierno capitalino optara por importar el modelo proto-fascista de control que se ejerce en el estado español, incluida la infiltración de policías vestidos de civil para provocar los disturbios que justifiquen luego, la represión.
En este marco represivo resulta fundamental el actuar de los medios masivos de comunicación, el bombardeo constante de propaganda que presenta a los manifestantes como vagos, delincuentes, gente que ocupa las calles porque no tiene otra cosa mejor que hacer o que de plano son pagados para causar disturbios.
Basta sintonizar cualquier estación de radio, mirar las portadas de diarios como Milenio o La Razón, o atreverse a mirar unos minutos los espacios noticiosos de Azteca y Televisa, la propaganda es constante, y en el caso de las protestas magisteriales buscan generar un ambiente propicio para justificar acciones como el desalojo del zócalo capitalino.
Hay que hacer un alto para señalar que la complicidad del gobierno capitalino y en general del perredismo con el gobierno de Enrique Peña Nieto no los convierte en los únicos responsables de la nueva estrategia represiva en el Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador tiene su parte, pues fue el quien cedió los espacios políticos de la capital a cambio de los míseros apoyos que Chuchos y Camachistas brindaron a su pasada candidatura presidencial.
Otra particularidad se encuentra en el llamado ?encapsulamiento?, que en los últimos meses se ha vuelto una práctica habitual por parte de la policía capitalina, no importa si el número de manifestantes es pequeño y menos si estos se manifiestan en actitud pacífica, obstaculizar cualquier tipo de movilización, para de ese modo crear un ambiente de temor.
Hay que entender el retorno del PRI a la presidencia de la república como la opción más viable que ha encontrado la burguesía para imponer las medidas económicas necesarias para sostener su estatus y crecimiento, esto mediante el paquete de reformas que se imponen.
Hay que entender también que estas no podrán imponerse sin oposición, han realizado su trabajo y han evaluado que esta oposición no podrá ser domesticada fácilmente, es por eso que de manera preventiva han lanzado esta campaña de criminalización.
La veda del Zócalo capitalino por ejemplo se entiende al analizar el imaginario clásico del Priismo, el corazón político del país no puede permanecer secuestrado por grupos sediciosos, cuando la imagen que se pretende ofrecer es la de un país controlado, y es por eso que se vuelve fundamental en futuras jornadas de lucha retomar este espacio.
También lo será innovar las formas de lucha, minimizar los efectos represivos, oponiendo la inteligencia y la astucia al garrote, movilizar grupos pequeños en distintos puntos, retomar experiencias exitosas como los escraches o los cortes de ruta, previendo la retirada antes de la llegada de las fuerzas represoras, mucho puede hacerse, pero nunca dejar de pelear, y menos ceder a la intimidación que la burguesía y su clase política pretenden imponernos.
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