COLOMBIA
* Lunes, 03 Febrero 2014
Escrito por Delegación de paz FARC-EP
/La Habana, Cuba, sede de los diálogos de paz, 3 febrero 2014/
Señor:
ANGELINO GARZÓN
Vicepresidente de la República
Bogotá
Hemos leído con suma atención su reciente pronunciamiento como ciudadano
acerca de la conveniencia, de que tanto el Gobierno como la guerrilla de
las FARC, en beneficio de la paz para Colombia, suscriban de inmediato
un "Acuerdo sobre minimos humanitarios" que permitan fortalecer y
avanzar en los diálogos de La Habana.
Sobre el particular, permítanos recordarle al país, que desde el inicio
de las conversaciones de paz con el Gobierno del Presidente Santos, las
FARC-EP hemos manifestado de manera pública y reiterada nuestra absoluta
disposición para concertar y firmar de manera inmediata un Tratado de
Regularización de la Guerra, o un cese bilateral de hostilidades entre
las partes que, con verificación internacional, facilite encontrar con
mayor rapidez ambientes de seguridad y confianza entre las comisiones de
diálogo de las partes, y sobre todo, para aliviar las tragedias y la
zozobra que afectan a millones de colombianos, inmersos en la vorágine
de esta guerra.
A nuestra propuesta de pactar un cese bilateral del fuego, o un Tratado
de Regularización de la Guerra, la respuesta del gobierno en boca del
ministro de la guerra, Juan Carlos Pinzón, y de algunos altos mandos que
se benefician de la confrontación, ha sido de rechazo absoluto.
Simultáneamente, a la postura de confrontación permanente y fatal,
adoptada por el Gobierno, los que no arriesgan el pellejo, pero sí se
benefician de esta prolongada contienda, los corifeos de la guerra y la
violencia contra el pueblo y sus organizaciones, incrustados todos ellos
en las altas esferas de la sociedad y en la mayoría de los medios de
comunicación, radio, prensa y televisión, desatan una mediática campaña
exigiéndoles a las FARC EP, que cesen unilateralmente la lucha a fin de
asegurar la ofensiva y la agresión desatada por los altos mandos,
algunos de ellos representantes del mas hirsuto militarismo en Colombia.
Señor Vicepresidente, el Estado colombiano ha reconocido la existencia
de un conflicto social y armado en el territorio nacional, que implica
la existencia de dos fuerzas en conflicto: la oficial y la insurgente.
Por tanto, no se entiende ni resulta lógico, que se pretenda exigir el
cese unilateral de fuego a una sola de las partes, en este caso a las
FARC-EP, en tanto el ejército, la policía, la marina, los asesores
militares norteamericanos, israelíes e ingleses, continúan bombardeando,
asesinando y persiguiendo, no solo a los combatientes de las FARC-EP y
el ELN, sino a los luchadores por la recuperación de tierras, a los
dirigentes agrarios, estudiantiles y sindicales, a los dirigentes de la
Marcha Patriótica y de la UP.
En ese contexto, doctor Angelino, no obstante las limitaciones
ostensibles de su propuesta, la valoramos positivamente y desde ya,
estamos dispuestos a concertar con el gobierno su implementación
inmediata, agregando como es lógico, que el catálogo de obligaciones
para el gobierno deberá incluir entre otros aspectos, el desmonte de sus
bandas criminales afines, tales como las llamadas "Urabeños",
"Rastrojos" "Ejercito Anti restitución de Tierras" y otras mafias del
narcotráfico, mal denominadas Bacrim, que son apenas las siglas del
paramilitarismo criminal que nunca ha dejado de existir ni de contar con
el respaldo del Ejército y la Policía.
Señor Vicepresidente, a nuestro juicio, la sensatez y el patriotismo de
su propuesta acerca de pactar unos "mínimos humanitarios", resulta de
involucrar como es de elemental sentido común, a las dos partes que
intervienen en el conflicto, es decir al Gobierno y a la insurgencia.
Sin otro particular,
*Delegación de Paz de las FARC-EP.*
* Lunes, 03 Febrero 2014
Escrito por Delegación de paz FARC-EP
/La Habana, Cuba, sede de los diálogos de paz, 3 febrero 2014/
Señor:
ANGELINO GARZÓN
Vicepresidente de la República
Bogotá
Hemos leído con suma atención su reciente pronunciamiento como ciudadano
acerca de la conveniencia, de que tanto el Gobierno como la guerrilla de
las FARC, en beneficio de la paz para Colombia, suscriban de inmediato
un "Acuerdo sobre minimos humanitarios" que permitan fortalecer y
avanzar en los diálogos de La Habana.
Sobre el particular, permítanos recordarle al país, que desde el inicio
de las conversaciones de paz con el Gobierno del Presidente Santos, las
FARC-EP hemos manifestado de manera pública y reiterada nuestra absoluta
disposición para concertar y firmar de manera inmediata un Tratado de
Regularización de la Guerra, o un cese bilateral de hostilidades entre
las partes que, con verificación internacional, facilite encontrar con
mayor rapidez ambientes de seguridad y confianza entre las comisiones de
diálogo de las partes, y sobre todo, para aliviar las tragedias y la
zozobra que afectan a millones de colombianos, inmersos en la vorágine
de esta guerra.
A nuestra propuesta de pactar un cese bilateral del fuego, o un Tratado
de Regularización de la Guerra, la respuesta del gobierno en boca del
ministro de la guerra, Juan Carlos Pinzón, y de algunos altos mandos que
se benefician de la confrontación, ha sido de rechazo absoluto.
Simultáneamente, a la postura de confrontación permanente y fatal,
adoptada por el Gobierno, los que no arriesgan el pellejo, pero sí se
benefician de esta prolongada contienda, los corifeos de la guerra y la
violencia contra el pueblo y sus organizaciones, incrustados todos ellos
en las altas esferas de la sociedad y en la mayoría de los medios de
comunicación, radio, prensa y televisión, desatan una mediática campaña
exigiéndoles a las FARC EP, que cesen unilateralmente la lucha a fin de
asegurar la ofensiva y la agresión desatada por los altos mandos,
algunos de ellos representantes del mas hirsuto militarismo en Colombia.
Señor Vicepresidente, el Estado colombiano ha reconocido la existencia
de un conflicto social y armado en el territorio nacional, que implica
la existencia de dos fuerzas en conflicto: la oficial y la insurgente.
Por tanto, no se entiende ni resulta lógico, que se pretenda exigir el
cese unilateral de fuego a una sola de las partes, en este caso a las
FARC-EP, en tanto el ejército, la policía, la marina, los asesores
militares norteamericanos, israelíes e ingleses, continúan bombardeando,
asesinando y persiguiendo, no solo a los combatientes de las FARC-EP y
el ELN, sino a los luchadores por la recuperación de tierras, a los
dirigentes agrarios, estudiantiles y sindicales, a los dirigentes de la
Marcha Patriótica y de la UP.
En ese contexto, doctor Angelino, no obstante las limitaciones
ostensibles de su propuesta, la valoramos positivamente y desde ya,
estamos dispuestos a concertar con el gobierno su implementación
inmediata, agregando como es lógico, que el catálogo de obligaciones
para el gobierno deberá incluir entre otros aspectos, el desmonte de sus
bandas criminales afines, tales como las llamadas "Urabeños",
"Rastrojos" "Ejercito Anti restitución de Tierras" y otras mafias del
narcotráfico, mal denominadas Bacrim, que son apenas las siglas del
paramilitarismo criminal que nunca ha dejado de existir ni de contar con
el respaldo del Ejército y la Policía.
Señor Vicepresidente, a nuestro juicio, la sensatez y el patriotismo de
su propuesta acerca de pactar unos "mínimos humanitarios", resulta de
involucrar como es de elemental sentido común, a las dos partes que
intervienen en el conflicto, es decir al Gobierno y a la insurgencia.
Sin otro particular,
*Delegación de Paz de las FARC-EP.*
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