jueves, 16 de febrero de 2012

En el día de ayer, el gobierno de Barack Obama admitió que “no le preocupa la militarización del Atlántico Sur” denunciada por Argentina ante las Naciones Unidas la semana pasada.



Además, dejo en claro que “no tiene razones para cuestionar las explicaciones británicas respecto de su presencia militar en la zona de Malvinas”, con el argumento de que “es la normal para esta época del año”.
Esto es también un revés para el Gobierno argentino que hace pocos días tuvo la intención de involucrar más a los Estados Unidos en el conflicto con Gran Bretaña por la posesión de las islas.
Victoria Nuland, vocera de Hillary Clinton, admitió que para Washington “no hay motivo de preocupación ante la supuesta militarización de la zona” y que “no tiene motivos para dudar de las explicaciones de Londres al respecto” luego de que un periodista le preguntase sobre el tema.
“Gran Bretaña nos ha dejado claro a nosotros y a los argentinos que su presencia naval en la zona es la normal y la esperable para esta época del año” aseguró Nuland, concluyendo “no tenemos razones para cuestionar eso”.
La definición del Departamento de Estado se conoció apenas horas después de que el presidente Barack Obama tuviera un contacto telefónico con el primer ministro británico, David Cameron. De todas maneras, y según fuentes de la Casa Blanca, no parece que Malvinas haya sido el tema; al parecer hablaron de Siria y de Afganistán.
De todas formas, Cameron hablo sobre las Malvinas con el presidente de Chile, Sebastián Piñera, aunque no trascendieron detalles de tal conversación.
Que Estados Unidos no se involucre en la cuestión pone en riesgo la prosperidad de la denuncia argentina ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Sin el apoyo de los EE.UU. el tema restará importancia en el órgano internacional.
Además, la administración de Obama advirtió de que “se trata de una cuestión bilateral que tiene que ser solucionada entre las partes”.

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