martes, 29 de enero de 2013

Miembros de PNV, PSE y PP en el palacio foral de Bizkaia retirando el cartel "Bakea behar dugu-Necesitamos la paz" que presidía el balcon desde 1997

Proceso de paz, ni sí, 
ni no, ni todo lo contrario

por web borroka garaia da! ("es el tiempo de la lucha")
(web que habitualmente recoge artículos, análisis y documentos de la izquierda independentista vasca)

28/10/2011
¿Qué es un proceso de paz?. Los procesos de paz son los esfuerzos de las partes interesadas en lograr una solución duradera a un conflicto. Un proceso de paz requiere como mínimo de dos actores; Obviamente, las dos partes enfrentadas en ese conflicto. Generalmente, una tercera parte que a veces puede ayudar es la mediadora. Ésta es la estructura mínima que requiere todo proceso de paz. La implicación de todos los agentes enfrentados y un esfuerzo mínimo por dar salida a una situación de conflicto.

Una parte por sí sola no puede realizar un proceso de paz ya que no puede dar una solución duradera al conflicto unilateralmente ni puede traer la paz. Es importante resaltar la diferencia entre pacificación y proceso de paz. Pacificación es la eliminación progresiva de elementos de violencia en un conflicto, pero nunca es un proceso de paz, ya que se puede dar una pacificación tras una victoria militar. Siendo la pacificación un elemento de un proceso de guerra y no de paz, para asentar y normalizar lo previamente asegurado tras la fuerza.

¿Existe proceso de paz en Euskal Herria?
Sin entrar en largos análisis que se podrían hacer, pero que no creo que sean necesarios debido a la evidencia más irrebatible posible, no existe ningún proceso de paz en Euskal Herria. Hay una parte que no reconoce la misma existencia del conflicto (precisamente la parte que lo inició), y no es que quiera enfrentarse a su solución sino que camina en sentido opuesto. Tampoco quiere si quiera entrar en términos pacificadores ya que la otra parte se ha auto-pacificado. Podemos decir a modo de conclusión que no existe voluntad para dar solución al conflicto y que una parte no está interesada en ello. Obviamente esa parte es la que políticamente es la vencedora y el status-quo le es favorable. No quiere cambiar nada, porque el estado actual de las cosas es opresión nacional y social, su opción. Además es Estado.

¿Qué hay detrás de los procesos de paz?
Dejando de lado el idealismo, la metafísica, los intereses de la ?industria de la paz? y el buenismo hablemos realmente de lo que es un proceso de paz en términos históricos y más pegados a la realidad. Un proceso de paz es un punto de inflexión al que se llega cuando una parte en conflicto se posiciona por encima de la otra. Ha conseguido cierta ventaja y el proceso de paz lo asentará. Si no se asienta esa ventaja en el proceso, éste proceso será rechazado, abandonado.

Es decir, un proceso de paz es la hegemonía de uno de los bandos mientras el otro acata las condiciones de derrotas estratégicas. Puede que suene muy duro y políticamente no muy correcto esto que acaba de ser expuesto pero animo a cualquiera a que ponga un ejemplo de proceso de paz donde dos bandos de mutuo acuerdo llegan a la conclusión de que la paz es necesaria porque es un valor de la humanidad. También reto a que cualquiera exponga un proceso de paz donde no se asientan las posiciones de uno u otro bando en mucha mayor medida.

Él más cercano a nosotros y nosotras es el de Irlanda del norte. Los ejes en los que giró el acuerdo fueron lucha armada y reconocimiento del derecho a decidir de la parte norte de la isla. Esa fue una victoria estratégica del republicanismo y nacionalismo irlandés que ganó ventaja (no total, ya que sino la re-unificación se hubiera producido) pero si la suficiente para lograr ese acuerdo político que luego se escenificó como proceso de paz y no al revés.

¿Qué es lo que hace que la balanza vaya a un lado u otro?
Entonces surge esa pregunta. El antiguo Elkarri o el hoy Lokarri, cuyo fundador acaba de ganarse un puesto importante en Lakua y mucha gente de diferentes sectores políticos nos dirán que la paz se logra mediante acuerdos, con cultura de paz, reconciliación y desactivando la violencia. Eso sí, la violencia legal no se pondrá en entredicho ni el status quo de opresión nacional y social, a lo sumo la violencia ilegal o la ?especial? del estado que realmente es la que menos incide de cara a mantener la opresión y el conflicto junto a su origen por muy dolorosa que pueda llegar a ser.

Para ellos la ?consolidación de la paz y de la convivencia? es el objetivo. Y hablan de ello así literalmente pese a que no haya paz.  Y queda todo muy genial y democrático, claro está que para ello habría que olvidar que Euskal Herria está oprimida y no se le respeta el derecho a decidir que no es otra cosa mas que la autodeterminación. Sobra hablar también de lo irresponsable que supone hablar de Euskal Herria como el ?último conflicto armado de Europa? en plena ofensiva militar francesa por solo poner un ejemplo. Es tan obvio el mirar hacia otro lado de la violencia legal de Estados que impresiona.



El día 17 de octubre del 2011 se produjo la declaración de Aiete. Ese mismo día escribí lo siguiente en un post:

    ?  La exclusiva focalización en ETA sin hacer mención expresa a la violencia represiva y a los impedimentos impositivos que usan tanto el estado español como el francés desvirtúan los ejes reales del conflicto en su parte violenta que es multilateral. Y tras el alto el fuego de ETA, unilateral por parte española y francesa. Lo cual no ayuda a colocar en todos los parámetros la extensión total del conflicto. Es difícil que se pueda cerrar el ciclo de confrontación violenta con el compromiso exclusivo de una sola de las partes.
    ? No existe ninguna garantía ni ninguna recomendación propuesta para que tanto el gobierno español como el francés respeten un proceso de diálogo entre agentes políticos (algunos de ellos aún ilegalizados) y mucho menos para que no interfieran mediante el uso de la violencia, la imposición y la amenaza en una consulta ciudadana. Las consultas ciudadanas en torno a la soberanía están imposibilitadas por ley y el pueblo vasco no tiene capacidad legal para realizar ninguna que desate los nudos del conflicto (autodeterminación y territorialidad).
    ? Tiene un valor importante el ofrecimiento internacional para hacer unseguimiento del proceso, así como las recomendaciones sobre víctimas, diálogo y consulta popular.
    ? En el caso que los estados español y francés dieran respuesta positiva al punto cuatro, además de desactivar su estrategia violenta, las recomendaciones cobrarían el valor que se merecen y podrían ser un punto de partida para una resolución global, integral y definitiva al conflicto. Que en definitiva reside en la desaparición de todas las violencias así como el respeto a la voluntad de la sociedad vasca sin ninguna limitación legal.
    ? Se abre una ventana a la esperanza por la que la mayoría de la sociedad vasca está dispuesta a asomarse pero cuenta con una limitación importante: La nula voluntad española y francesa de ir más allá del punto dos de las recomendaciones. Como superar esa negación e imposición será el eje central de ahora en adelante para que el proceso de solución sea integral.
Básicamente el análisis me sigue resultando actual y adecuado. Con la única diferencia de que me parecía desde un punto de vista estatal que les hubiera resultado positivo dar respuesta al punto dos y después bloquearlo. Y creo que no lo descartan. En cualquier caso que ni siquiera hayan dado respuesta al punto dos no es más que otra constatación de su nula voluntad.

Auto-bloqueo
Una cosa es tener una guía de cara a la resolución del conflicto y otra muy diferente tener una guía de cara a la liberación nacional y social, que pasa ineludiblemente por la resolución al conflicto, pero que no tiene las claves en ese proceso mismo ni en los posibles acuerdos sino en la generación de condiciones.

No se están generando nuevas condiciones debido a una ensimismación en el proceso de resolución cuando no existe voluntad de resolución. ¿Cómo se generan esas condiciones que sean palanca para una resolución?. Ahondando en el proceso de liberación y mediante la confrontación. No alimentando viejos espejismos ni levantando nuevos.

Y es que puede parecer una paradoja pero la resolución del conflicto solo se conseguirá avanzando en el proceso de liberación nacional y social siendo un concepto en su forma parecido al que traté el otro día en el post sobre la desobediencia. Y por supuesto, resolución tiene unos parámetros y lucha de liberación tiene otros, mezclarlos auto-bloquea cuando en realidad son  separados pero complementarios.

Paz, justicia y lucha
Los estados no están fuertes, aunque si tienen la suficiente fortaleza para mantener bloqueada la situación vasca si el eje prioritario es la solución y no la liberación, siendo la solución una consecuencia natural de ésta. La resolución del conflicto no debe ni tiene porqué abandonar el escenario pero el escenario debe ser confrontador y la presión el eje vertebrador que es complementario a la acumulación de fuerzas.

Y eso es querer realmente la paz, porque si algo tengo claro es que quienes han luchado por la verdadera paz en este país no son aquellos que nunca se han enfrentado a las injusticias nacionales y sociales.

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