martes, 28 de mayo de 2013

El Arzobispo Católico de San Juan, Puerto Rico, dice que no renunciará a su cargo a pesar de la presión de funcionarios del Vaticano que surge de su apoyo a la legislación de un tipo de unión civil homosexual, y de acusaciones de que es culpable de proteger a sacerdotes pedófilos en su diócesis.

Matthew Cullinan Hoffman, Corresponsal para America Latina
28 de mayo de 2013 (Notifam) –
Roberto Octavio González Nieves, un franciscano que recibió el cargo de arzobispo en 1999 después de haber servido como obispo auxiliar para el Cardenal Bernard Law en Boston, Massachusetts, y como obispo de Corpus Christi, Texas, afirma que el Cardenal Marc Ouellet lo ha presionado para que renuncie y tome otro cargo en la Iglesia. Asimismo, dice que se le ha prohibido hacer nombramientos de personal diocesano desde 2011 como resultado de las acusaciones.
La naturaleza del conflicto fue revelada el 29 de abril cuando la emisora de radio puertorriqueña Notiuno publicó una carta que enviara el arzobispo al Cardenal Ouellet, Prefecto de la Congregación para los Obispos del Vaticano. En la misiva, con fecha 20 de febrero del presente año, González Nieves se queja de ser acusado de diversos delitos, pero sin conocer a quienes lo acusan y sin ver las pruebas. (Vea un PDF de la carta aquí.)
González Nieves afirma que las acusaciones en su contra se basan en cuatro temas: “1. Proteger a sacerdotes pedófilos, 2. Realizar una investigación al Rvdo. P. Edward Santana sin jurisdicción para ello, 3. Las ‘Residencias Compartidas’, 4. El asunto del Altar de la Patria”.
Las “Residencias Compartidas” hacen referencia a una propuesta controvertida realizada por el arzobispo para permitir que las personas del mismo sexo que viven juntas tengan derechos sucesorios, consultas en hospitales y cobertura médica, sin tener el título de “matrimonio”, conforme al servicio de noticias italiano La Stampa. Sin embargo, González Nieves se ha opuesto a la adopción por parte de homosexuales, mediante el trabajo en una coalición de líderes religiosos para oponerse a tales propuestas.
El “Altar de la Patria” hace referencia a un altar erigido en la catedral de San Juan en un endorso aparente a la independencia nacional de Puerto Rico, con el título completo de “El Altar de la Patria y vientre maternal de la nación puertorriqueña”. La independencia es un tema controvertido en la isla, donde una mayoría apoya continuar el vínculo con los Estados Unidos, y una minoría de solo el 5% apoya la separación, conforme a un referéndum del año 2012. El tema es aún más difícil dado que González Nieves no ha nacido en Puerto Rico, sino en Elizabeth, Nueva Jersey.
Según González Nieves, en una reunión celebrada con Ouellet el 15 de diciembre, “se me indicó que yo tenía que renunciar a la Sede Arzobispal de San Juan de Puerto Rico y que pidiera otro encargo en la Iglesia. Las injusticias, las persecuciones, las difamaciones, las tergiversaciones de hechos, los procesos injustos y parcializados jamás pueden ser fuentes de derecho para la renuncia de un Obispo o justa causa para ello. Por lo tanto, este servidor quiere hacer constar que jamás renunciaría a la Sede Arzobispal de San Juan cuando no hay razones para ello.
“Además,” agrega el arzobispo, “siendo tan graves las acusaciones que se me han hecho, que si se dieran como ciertas, ¿cómo es posible que pueda ocupar otro oficio eclesiástico en la Iglesia?”
El arzobispo se defiende asegurando que todos los obispos puertorriqueños, excepto uno, lo apoyan, e invoca la autoridad de la Conferencia Episcopal de Puerto Rico, de la cual fue elegido presidente en 2012, preguntando: “¿Quién sino los obispos locales, reunidos en Conferencia Episcopal, son los interlocutores naturales de la Santa Sede?”.
Entre la gran cantidad de prelados con los cuales González Nieves dice que se ha comunicado sobre este tema se encuentra el arzobispo ahora desacreditado al cual asistió en Boston durante la década del 80, mientras ocurrían mucho de los encubrimientos de sacerdotes pedófilos: el Cardenal Bernard Law.
“En estricta confidencialidad, como ya sabe su Eminencia, he conversado sobre este tema con S.E.R., el Cardenal Bernard Law. Después de nuestra reunión del 15 de diciembre fui a almorzar con el Cardenal Bernard Law. Al final del almuerzo me preguntó qué me pasaba pues no me veía bien. Le expliqué lo sucedido”.
Además de la carta que escribió Gonzáles Nieves, Notiuno también ha publicado una carta que se atribuye al Delegado Apostólico en Puerto Rico, Jozef Wesolowski, con fecha de diciembre del año pasado, quien reprende al arzobispo por los planes de enterrar los cuerpos de dos íconos nacionalistas debajo del desaprobado “Altar de la Patria”: Juan Alejo Arizmendi, el primer obispo de Puerto Rico nacido allí, y Ramón Power y Giralt, el primer delegado legislativo de la isla ante las Cortes de España durante la era colonial. (Vea la carta aquí.)
“Apelo fraternalmente a Su sentir con la Iglesia Universal de renunciar de tal proyecto y de solícitamente ejecutar las Supremas decisiones de la Santa Sede”, escribe Wesolowski, quien se ha negado a hacer comentarios sobre la carta.
La misiva menciona que el Cardenal Tarcicio Bertone ya expresó a González Nieves “el vivo deseo del Santo Padre Benedicto XVI” de que obedezca una directiva previa de quitar el nombre “Altar de la Patria” del altar en cuestión y reemplazarlo por otro.
Aunque no está claro cuánto apoyo tiene el arzobispo, diversos grupos han realizado manifestaciones organizadas, declaraciones de apoyo y conferencias de prensa en su favor. Dichos grupos incluyen un grupo nacionalista pro vida, la Alianza Católica Puertorriqueña por la Vida y por la Patria, fundada en 2012, y la Coalición en Defensa y Solidaridad con el Arzobispo de San Juan, que asegura representar cerca de cien organizaciones.
En una carta reciente a los fieles, González Nieves los exhorta a no comunicarse con Roma sobre este asunto, pero a apoyarlo con sus oraciones.
“Muchas personas se me han acercado o han llamado a mi oficina preguntando: “¿qué podemos hacer?” Por un lado, les suplico que, por favor, no envíen cartas a la Santa Sede con expresiones de apoyo. Por otro lado, les comunico que solo hay una cosa que hacer en situaciones como éstas: orar”.

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