Gabriela Knaul, Relatora para la independencia de magistrados y abogados de la ONU, justificó hoy en Ginebra, el llamado urgente que hizo hace un mes a la Argentina sobre la reforma judicial, que ayer fue cuestionado por el embajador del país en esta ciudad, Alberto DAloto.

La Relatora resumió para  la AFP: “La urgencia era totalmente pertinente para un llamado urgente, porque estaba para ser aprobado, en el Congreso el proyecto de reforma judicial”, y rechazó las críticas de la delegación argentina.

Knaul agregó: “No es contra la reforma judicial, solamente algunos puntos de la reforma que pueden comprometer la independencia del poder judicial (…) [como] la utilización de los partidos políticos para que los jueces, abogados y académicos puedan candidatearse (…) al Consejo de la Magistratura. Creo que el problema es la politización que se está creando por ese mecanismo”.

También fustigó las restricciones a las medidas cautelares contra el Estado porque “los intereses de los judiciables, los derechos de los judiciables deben estar siempre garantizados y protegidos. Creo que no debe haber restricciones”, afirmó la Relatora a la AFP.

“El procedimiento seguido por la Relatora es inaceptable. Cree en la veracidad de ciertas fuentes no gubernamentales sobre cuya fiabilidad debería cerciorarse y ni siquiera consulta al Estado concernido. Ningún país acepta un accionar de esta naturaleza”, dijo  el embajador DAloto, mediante un texto que hizo llegar esta mañana a la AFP.

Y dijo: “En su descargo no puede explicar porqué no consultó al gobierno y aquí no había ningún peligro inminente para la vida y la integridad de nadie ni estaba en peligro el sistema constitucional sino que por el contrario funcionaba a pleno con el Congreso debatiendo las medidas”.

El Congreso argentino aprobó a mediados de mes una polémica reforma del sistema judicial impulsada por el gobierno de Cristina Kirchner con el afán de ‘democratizar’ el Poder Judicial.

AFP