PALESTINA
Entrevista a Ilan Pappé
"La solución de los dos Estados se ha vuelto imposible"
Gerardo Elorriaga
lavozdigital.es
Ilan Pappé constituye una 'rara avis' dentro de la elite intelectual israelí. Este representante de la nueva historiografía nacional y activista político, miembro de la izquierda radical, considera que el sionismo es más peligroso que el pujante islamismo y aboga por un Estado secular donde puedan convivir judíos y árabes. Tras reclamar un boicot contra las universidades hebreas y sufrir amenazas de muerte, abandonó el país y actualmente reside en Gran Bretaña, donde da clases en la Universidad de Exeter.
Ilan Pappé
La red Euskalherria-Palestina, formada por partidos, sindicatos y otros movimientos sociales, lo invitó a participar en su semana de solidaridad con los territorios ocupados coincidiendo con el 65 aniversario, hace unos días, de la Nakba o catástrofe, la salida masiva de palestinos de su territorio, y que ha propiciado que, hoy, el 70% de ese pueblo sufra la condición de desplazado.
-¿Sigue creyendo en la idoneidad de un estado binacional?
- Creo en un estado democrático para todos.
-Parte de la opinión pública israelí lo tacha de traidor, ¿qué opinión le merece ese repudio?
-Quizás no se trata de la mayoría. La prensa israelí tiende a difundir esa idea, pero solo quienes no me conocen me consideran un traidor. No lo soy. Se puede ser patriota y desleal a un Estado. La clase dirigente es la traidora porque traiciona tanto al futuro como al bienestar de su pueblo.
-Fue uno de los impulsores de la coalición Hadash, antes de abandonar el país. ¿Está decepcionado por la política?
-Cuando uno se da cuenta del tipo de cambio que hay que acometer en la sociedad israelí también se percata de que no es posible dentro del sistema. Es el régimen en su conjunto el que hay que cambiar, por eso creo en la importancia del movimiento de base y de ahí mi activismo en el ámbito de la educación y la solidaridad, que también es política.
-El pueblo israelí apoya a partidos muy conservadores, afines al sionismo tradicional, ¿es el peso del miedo?
-Es fruto de la paradoja que se da entre quienes quieren creer que es posible un Estado judío y democrático, los que llamamos de izquierda sostienen que ambos conceptos son posibles, pero en la práctica ha resultado falso. Entonces hay que escoger y la mayoría ha optado por el judío. La razón puede ser el miedo, pero habría que definir qué es el miedo, tal vez, perder unos privilegios como sucedía con la minoría blanca en el régimen del apartheid.
-¿El terrorismo palestino ha favorecido a los ultraconservadores judíos?
-Una situación de violencia suscita una violencia de respuesta, que, a su vez, legitimará la que venga después. Pretendemos educar a la gente para que entiendan cuál es el origen de ese fenómeno, que es el colonialismo. El terrorismo del Estado israelí ha sido muchísimo peor y en los últimos diez o quince años, los palestinos han abandonado esa práctica, rechazan las bombas en los autobuses.
-¿El boicot israelí a Gaza no ha disimulado la actuación de Hamás como represor de su propio pueblo, de los derechos de las mujeres, las minorías y sus rivales?
-Nosotros hemos discutido su actitud, pero no se puede abrir un diálogo, que no será nada fácil, acerca del futuro en Oriente Medio de cuestiones como la tradición o la familia, mientras continúe la ocupación y la desposesión.
-¿Pero no es cierto que muchas ONG de apoyo al pueblo palestino han ocultado o no han puesto en primer plano la conculcación de tales derechos en los territorios ocupados?
-El mayor problema de mujeres, homosexuales y demás individuos en tales circunstancias no es la actitud de Hamás, sino el hambre. Antes de hablar de derechos hemos de hablar de supervivencia porque Israel está cometiendo un genocidio lento y contra eso lucha Hamás. Es una cuestión de prioridades. Garantizada la supervivencia hablaremos de derechos humanos y calidad de vida.
-¿Cómo ha cambiado la situación de los palestinos en el nuevo escenario regional?
-Es difícil predecir qué dirección van a seguir los acontecimientos, aunque está claro que, sean quienes sean las nuevas autoridades, su talante parece más democrático. Los anteriores guardaban silencio ante el drama y no colaboraban para mejorar la situación del pueblo palestino, mientras que cabe esperar una postura más activa de los nuevos. Pero los israelíes no lo entienden o prefieren no hacer nada al respecto.
-Los Hermanos Musulmanes egipcios tampoco se han mostrado demasiado generosos. ¿Temen perder la generosa ayuda económica de Washington?
-No se ha dado ese cambio por el apoyo estadounidense y la mala relación que mantienen con las Fuerzas Armadas. Tenemos que ser pacientes porque va a ser un proceso largo. No se puede cambiar toda una estrategia política y unas actitudes de un día para otro.
- El mundo se sobresaltó ante la reciente incursión de Tel Aviv en Siria. ¿Cabe esperar una mayor implicación de Israel en el conflicto vecino?
-Creo que estará cada vez más envuelto. Su meta inmediata es derrotar a Hezbolá y hacer frente al poder iraní cortando el suministro de uranio que llega desde Siria. Se trata de un grave error porque son objetivos a corto plazo y no se piensa que el futuro gobierno sirio tendrá presente esta intromisión.
-¿La política judía de asentamientos en Cisjordania no ha hecho ya inviable la creación de una república palestina en la zona?
-Absolutamente, es irreal. La solución de los dos Estados se ha vuelto imposible. Israel ha creado 6.000 asentamientos, pueblos, incluso ciudades, que han generado una nueva realidad.
-¿ La Unión Europea y Estados Unidos han tirado la toalla ante Israel?
-Se rindieron hace tiempo. Los palestinos no son tan importantes o fuertes como para implicarse. Americanos y europeos esperan que el 'statu quo' se consolide, pero se equivocan, no se dan cuenta que la situación puede explotar en cualquier momento.
Entrevista a Ilan Pappé
"La solución de los dos Estados se ha vuelto imposible"
Gerardo Elorriaga
lavozdigital.es
Ilan Pappé constituye una 'rara avis' dentro de la elite intelectual israelí. Este representante de la nueva historiografía nacional y activista político, miembro de la izquierda radical, considera que el sionismo es más peligroso que el pujante islamismo y aboga por un Estado secular donde puedan convivir judíos y árabes. Tras reclamar un boicot contra las universidades hebreas y sufrir amenazas de muerte, abandonó el país y actualmente reside en Gran Bretaña, donde da clases en la Universidad de Exeter.
Ilan Pappé
La red Euskalherria-Palestina, formada por partidos, sindicatos y otros movimientos sociales, lo invitó a participar en su semana de solidaridad con los territorios ocupados coincidiendo con el 65 aniversario, hace unos días, de la Nakba o catástrofe, la salida masiva de palestinos de su territorio, y que ha propiciado que, hoy, el 70% de ese pueblo sufra la condición de desplazado.
-¿Sigue creyendo en la idoneidad de un estado binacional?
- Creo en un estado democrático para todos.
-Parte de la opinión pública israelí lo tacha de traidor, ¿qué opinión le merece ese repudio?
-Quizás no se trata de la mayoría. La prensa israelí tiende a difundir esa idea, pero solo quienes no me conocen me consideran un traidor. No lo soy. Se puede ser patriota y desleal a un Estado. La clase dirigente es la traidora porque traiciona tanto al futuro como al bienestar de su pueblo.
-Fue uno de los impulsores de la coalición Hadash, antes de abandonar el país. ¿Está decepcionado por la política?
-Cuando uno se da cuenta del tipo de cambio que hay que acometer en la sociedad israelí también se percata de que no es posible dentro del sistema. Es el régimen en su conjunto el que hay que cambiar, por eso creo en la importancia del movimiento de base y de ahí mi activismo en el ámbito de la educación y la solidaridad, que también es política.
-El pueblo israelí apoya a partidos muy conservadores, afines al sionismo tradicional, ¿es el peso del miedo?
-Es fruto de la paradoja que se da entre quienes quieren creer que es posible un Estado judío y democrático, los que llamamos de izquierda sostienen que ambos conceptos son posibles, pero en la práctica ha resultado falso. Entonces hay que escoger y la mayoría ha optado por el judío. La razón puede ser el miedo, pero habría que definir qué es el miedo, tal vez, perder unos privilegios como sucedía con la minoría blanca en el régimen del apartheid.
-¿El terrorismo palestino ha favorecido a los ultraconservadores judíos?
-Una situación de violencia suscita una violencia de respuesta, que, a su vez, legitimará la que venga después. Pretendemos educar a la gente para que entiendan cuál es el origen de ese fenómeno, que es el colonialismo. El terrorismo del Estado israelí ha sido muchísimo peor y en los últimos diez o quince años, los palestinos han abandonado esa práctica, rechazan las bombas en los autobuses.
-¿El boicot israelí a Gaza no ha disimulado la actuación de Hamás como represor de su propio pueblo, de los derechos de las mujeres, las minorías y sus rivales?
-Nosotros hemos discutido su actitud, pero no se puede abrir un diálogo, que no será nada fácil, acerca del futuro en Oriente Medio de cuestiones como la tradición o la familia, mientras continúe la ocupación y la desposesión.
-¿Pero no es cierto que muchas ONG de apoyo al pueblo palestino han ocultado o no han puesto en primer plano la conculcación de tales derechos en los territorios ocupados?
-El mayor problema de mujeres, homosexuales y demás individuos en tales circunstancias no es la actitud de Hamás, sino el hambre. Antes de hablar de derechos hemos de hablar de supervivencia porque Israel está cometiendo un genocidio lento y contra eso lucha Hamás. Es una cuestión de prioridades. Garantizada la supervivencia hablaremos de derechos humanos y calidad de vida.
-¿Cómo ha cambiado la situación de los palestinos en el nuevo escenario regional?
-Es difícil predecir qué dirección van a seguir los acontecimientos, aunque está claro que, sean quienes sean las nuevas autoridades, su talante parece más democrático. Los anteriores guardaban silencio ante el drama y no colaboraban para mejorar la situación del pueblo palestino, mientras que cabe esperar una postura más activa de los nuevos. Pero los israelíes no lo entienden o prefieren no hacer nada al respecto.
-Los Hermanos Musulmanes egipcios tampoco se han mostrado demasiado generosos. ¿Temen perder la generosa ayuda económica de Washington?
-No se ha dado ese cambio por el apoyo estadounidense y la mala relación que mantienen con las Fuerzas Armadas. Tenemos que ser pacientes porque va a ser un proceso largo. No se puede cambiar toda una estrategia política y unas actitudes de un día para otro.
- El mundo se sobresaltó ante la reciente incursión de Tel Aviv en Siria. ¿Cabe esperar una mayor implicación de Israel en el conflicto vecino?
-Creo que estará cada vez más envuelto. Su meta inmediata es derrotar a Hezbolá y hacer frente al poder iraní cortando el suministro de uranio que llega desde Siria. Se trata de un grave error porque son objetivos a corto plazo y no se piensa que el futuro gobierno sirio tendrá presente esta intromisión.
-¿La política judía de asentamientos en Cisjordania no ha hecho ya inviable la creación de una república palestina en la zona?
-Absolutamente, es irreal. La solución de los dos Estados se ha vuelto imposible. Israel ha creado 6.000 asentamientos, pueblos, incluso ciudades, que han generado una nueva realidad.
-¿ La Unión Europea y Estados Unidos han tirado la toalla ante Israel?
-Se rindieron hace tiempo. Los palestinos no son tan importantes o fuertes como para implicarse. Americanos y europeos esperan que el 'statu quo' se consolide, pero se equivocan, no se dan cuenta que la situación puede explotar en cualquier momento.
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