lunes, 17 de febrero de 2014

Los Sin Tierra se reunieron con la presidente tras violenta marcha.

BRASIL

Exigen 100.000 hectáreas, la marcha terminó con 42 heridos

Campesinos del Movimiento de los Sin Tierra (MST) de Brasil se reunieron  con la presidenta, Dilma Rousseff, a la que acusan de atrasar la reforma agraria, tras una tensa manifestación en la víspera que terminó con 42 heridos, denunciaron.

La marcha de los campesinos en Brasilia terminó en violentos incidentes. Foto: AP

BRASILIAAFP14 feb 2014 - El País uy
El MST le reclamó a la presidenta tierras para 100.000 familias que esperan por un lote en precarios campamentos de barracas en todo el país, explicó Alexandre Conceiçao, de la Coordinación Nacional del Movimiento de los Sin Tierra.

"Este será un año de mucha lucha y movilizaciones para que podamos asentar a todas esas familias", dijo Conceiçao a periodistas tras la reunión.

Al respecto, el ministro de Desarrollo Agrario, Pepe Vargas, dijo a la prensa que el gobierno podría entregar tierras a unos 30.000 brasileños este año, y acordaron también que estudiarán la posibilidad de acelerar la entrega de lotes en áreas de nueva irrigación en el noreste del país.

Ante las críticas, el ministro afirmó no conocer "un país en el mundo que en el siglo XXI distribuye esa cantidad de tierras en la reforma agraria".

Los Sin Tierra atribuyeron la decisión de la presidenta a recibirlos a las escenas de violencia registradas en la marcha del miércoles que aglutinó a 16.000 campesinos y dejó 12 agricultores y 30 policías heridos.

Antes, "ella no tenía previsto recibirnos", dijo Conceiçao, cuyo grupo entregó una cesta con alimentos del campo a la presidenta.

Según el dirigente, la marcha del MST fue "pacífica" pero fueron víctimas de "una provocación severa de un grupo de policías", a los que acusó de disparar no sólo balas de goma sino también munición convencional.

Por su parte, el ministro Vargas indicó que el tema no fue tratado con la presidenta, aunque elogió que tras la violencia, el MST enseguida "paró los excesos" y dispersó la marcha.

Los Sin Tierra conmemoran en un congreso en Brasilia los 30 años de su creación, que en 1984 surgió en reclamo de tierras para los desposeídos en un país de gigantes latifundios, que es importante agroexportador mundial pero también líder en la brecha entre ricos y pobres. "Le dijimos a la presidenta que el gobierno está muy equivocado en cuanto al agronegocio, piensa que resuelve los problemas de la agricultura, pero éste apenas concentra tierra, produce un poco de materias primas para ganar dinero y hace un uso abusivo de pesticidas", dijo Conceiçao.

Marcha reprimida.

La policía disparó el miércoles balas de goma y gases lacrimógenos para dispersar la marcha que reunió a unos 16.000 campesinos Sin Tierra en Brasilia, dejando varios heridos, después de que los manifestantes derrumbaran vallas de protección frente a la Presidencia.

La marcha fue pacífica hasta que un grupo de manifestantes se aproximó más al palacio presidencial, generando tensión.

Hubo enfrentamientos entre policías y manifestantes, y la Policía intentó dispersarlos lanzando balas de goma y gases lacrimógenos.

"Queríamos hacer un acto delante de la Presidencia. Montamos unas barracas como las de nuestros campamentos; cuando la policía nos vio sacando los materiales del autobús se lanzó sobre nosotros, con los gases, con todo", afirmó.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, no estaba en ese momento en el palacio presidencial de Planalto, en un extremo de la plaza donde ocurrió el enfrentamiento.

Al otro extremo de la plaza, la Corte Suprema suspendió la sesión ante el gran número de manifestantes. "No ha habido intento de invasión del edificio de la Corte, pero ante el gran número de manifestantes la seguridad aconsejó suspender la sesión", dijo una portavoz de la institución a la AFP.

Tras el enfrentamiento, los manifestantes comenzaron a dispersarse y se dirigían hacia el Congreso, vecino al palacio presidencial.

El saldo final de esta marcha fue de 42 heridos: 12 campesinos y 30 policías que intentaban contener la protesta.

Una ley más dura

El senador opositor Eunicio Oliveira, titular de la comisión para la sanción de una ley antiterrorista, afirmó que es "necesario" que el Congreso apruebe la norma. "No puede ser que nuestro país no tenga una ley antiterrorista; hace dos años que se está debatiendo el tema", sostuvo.

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