SIRIA
El embajador de Rusia ante la ONU, Vitaly Churkin, durante una sesión abierta del Consejo de Seguridad, acusó el martes a Arabia Saudita, respaldado por grupos salafistas, de provocar disturbios en Siria e interferir en los asuntos internos del país árabe.
Churkin también criticó la decisión de la Liga Árabe (LA) de suspender la misión de sus observadores en Siria pretextando el incremento de la violencia en diversas partes del país árabe, y rechazó el proyecto de resolución que pedía la renuncia del presidente sirio, Bashar al-Asad, informa Press TV.
"Estamos convencidos de que en un momento de extrema crisis política interna el papel de la comunidad internacional no debería ser el de exacerbar la crisis", afirmó Churkin, destacando que Siria debe "ser capaz de decidir por sí misma".
Durante la sesión abierta de la ONU para revisar el caso sirio, los altos funcionarios de la LA, respaldados por las potencias occidentales, buscaban la renuncia de Al-Asad, sin embargo, Rusia y China, mostraron su oposición a este proyecto, ya que consideran podría tener encubierta una acción militar, similar a los ataques de la OTAN en Libia en marzo de 2011.
Desde hace unos diez meses, Siria vive masivas manifestaciones tanto en contra como a favor del presidente de este país, además de disturbios que han dejado unos 5 mil muertos.
El Gobierno responsabiliza a grupos de infiltrados, apoyados y financiados desde el extranjero con el objetivo de desestabilizar el país y apurar la caída del gobierno.
Churkin también criticó la decisión de la Liga Árabe (LA) de suspender la misión de sus observadores en Siria pretextando el incremento de la violencia en diversas partes del país árabe, y rechazó el proyecto de resolución que pedía la renuncia del presidente sirio, Bashar al-Asad, informa Press TV.
"Estamos convencidos de que en un momento de extrema crisis política interna el papel de la comunidad internacional no debería ser el de exacerbar la crisis", afirmó Churkin, destacando que Siria debe "ser capaz de decidir por sí misma".
Durante la sesión abierta de la ONU para revisar el caso sirio, los altos funcionarios de la LA, respaldados por las potencias occidentales, buscaban la renuncia de Al-Asad, sin embargo, Rusia y China, mostraron su oposición a este proyecto, ya que consideran podría tener encubierta una acción militar, similar a los ataques de la OTAN en Libia en marzo de 2011.
Desde hace unos diez meses, Siria vive masivas manifestaciones tanto en contra como a favor del presidente de este país, además de disturbios que han dejado unos 5 mil muertos.
El Gobierno responsabiliza a grupos de infiltrados, apoyados y financiados desde el extranjero con el objetivo de desestabilizar el país y apurar la caída del gobierno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario