ALDEA TEY´I KUE/CAARAPÓ BRASIL |
El domingo 17, el indígena Guaraní-Kaiowá Denilson Quevedo Barbosa, de 15 años, fue torturado y asesinado con tres tiros en la cabeza mientras pescaba en la reserva de Caarapó, en el Estado de Mato Grosso do Sul - Brasil.
Fotos: Ignacio Lemus
18 de febrero de 2013.-
Por Ignacio Lemus desde Brasil | nacholemus@hotmail.com
Otros dos indígenas que lograron escapar del ataque confirmaron que el crimen fue cometido por el hijo del latifundiario Aladino y sus sicarios. El cuerpo de la víctima fue encontrado en otro latifundio, sin embargo Valdelice Verón, líder indígena e hija del cacique asesinado Marcos Verón, relata: "Los asesinos maltrataron, golpearon y ataron al chico de los pies y lo arrastraron en una camioneta. Después le dispararon en la cabeza y lo tiraron en otro latifundio para fingir que no fueron ellos". La pericia criminal de la Policía Civil indicó que el cuerpo de la víctima fue encontrado con un tiro debajo del oído y, a pesar de haber iniciado las investigaciones, la fuerza no quiso dar más detalles sobre el caso. Según Valdelice Verón: "La policía fue hasta el lugar sólo para resolver la cuestión de los latifundiarios. No dijeron que el chico fue asesinado. Es como si fuese un perro muerto y no se sabe quién lo mato", reclama. Retorno Después del entierro realizado en el lugar donde fue asesinado el adolescente, en el latifundio Sardinha alquilado para la cría de ganado y el monocultivo de soja, cerca de 500 indígenas acampan en el área para reivindicar justicia y la demarcación y homologación urgente de su tekoha (tierra indígena), una deuda del Estado brasileiro que ya lleva más de dos décadas. El comunicado del Consejo de Aty Guasú, que reúne a los líderes de las aldeas Guarani-Kaiowá, advirtió que la protesta pasiva de los indígenas percibió un aumento de tensión con la presencia de los agentes de la Policía Federal y la FUNAI, órgano de protección de indígenas en Brasil. Irónicamente, las fuerzas de seguridad federal que se acercaron al lugar durante la protesta de los Guarani-Kaiowá, no responden a los pedidos de una presencia permanente en las aldeas, por parte de los indígenas para evitar nuevos asesinatos en la comunidad. Estado de violencia Para Valdelice Verón la violencia está directamente vinculada a la indiferencia del Estado brasileiro: "La ruta de los latifundiarios Vieira e Aladino pasa por el medio de la aldea indígena. Cuando los Guaraní-Kaiowá quieren pescar en la propiedad de los latifundios ellos disparan sin preguntar". Y hace referencia a la presidenta Dilma Roussef: "Ella mintió porque dijeron que no debíamos hacer retomadas de tierra hasta abril. Una mentira de ella para demostrarle a los norteamericanos que todas las etnias están bien en Brasil y el gobierno no va a tener problemas en la Copa del Mundo". Valdelice Verón también recuerda: "El líder de FAMASUL (Federación de agricultura y actividad pecuaria en el Estado de Mato Grosso do Sul) prometió el 25 de noviembre del 2012, delante de la presidenta de la Funai y el Ministerio Público que no iban a ocurrir más muertes hasta abril. Entonces, ¿para qué contratan a la empresa de seguridad Sepriva y los sicarios?". Solamente en enero del 2013 la aldea Taquara sufrió dos incendios sospechosos; el Cacique Ladio Verón, de la misma aldea, fue amenazado de muerte; y el Cacique Valdemir Salina da Aldea Remanso Gwasu fue herido por un disparo de bala. En 9 años fueron asesinados más de 273 líderes Guaraní-Kaiowá. |
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