sábado, 16 de junio de 2012

Alexis Tsipras anunció una nueva era para Grecia después de las elecciones del domingo.

GRECIA

El lider de Syriza dijo que abandonará las políticas de ajuste para que el el país vuelva a crecer. También descartó abandonar el euro y aseveró que la estabilización beneficiará a toda Europa.

El líder de la izquierda radical griega Syriza, Alexis Tsipras, advirtió hoy que el ajuste impuesto a su país amenaza con expulsar a Grecia de la eurozona y reiteró que de ganar las elecciones del domingo, su partido llevará a Grecia a "una nueva senda de crecimiento".

"La estabilización de Grecia a corto plazo beneficiará a la zona euro en un momento crítico para la evolución de la moneda única", destacó el político, uno de los favoritos para imponerse el domingo según las encuestas.

Sin embargo, no dudó en señalar que "si no cambiamos nuestra senda el ajuste amenaza con echarnos del euro con mayor certeza aún", en una  entrevista concedida al diario británico Financial Times.

Tsipras, cuyo partido obtuvo el segundo lugar en las elecciones inconclusas del 6 de mayo pasado, dijo que si llega al poder mantendrá su promesa de rescindir unilateralmente los acuerdos con el FMI y Europa ya que las medidas de ajuste adoptadas a cambio del dinero están llevando a Grecia al colapso.

No obstante, prometió que su país permanecerá en la eurozona, apostando para ello en el crecimiento. "La necesidad de dar a Grecia una oportunidad para el crecimiento real y para un nuevo futuro es ahora más aceptada que nunca", dijo Tsipras.

Si Syriza recibe un mandato claro el próximo domingo y puede formar gobierno, Tsipras promete actuar "de inmediato para acabar con la corrupción de Grecia y sus ineficientes sistemas político y legislativo" que "saquearon" la economía griega en las últimas décadas.

La fuerza de izquierda pretende encauzar el crecimiento "a través de un gobierno transparente", aseguró Tsipras, para quien lo ocurrido recientemente en España es una prueba de que la crisis es de naturaleza paneuropea.

"Este domingo llevaremos a Grecia a una nueva era de crecimiento y prosperidad. La nueva era empieza el lunes", sentenció.

Si Atenas reniega de sus compromisos de imponer más ajustes y reformar su economía, el FMI y los restantes 16 países de la Eurozona que le prestaron dinero podrían interrumpir la asistencia financiera, lo que sin dudas provocaría un default de Grecia.

Los partidos proajuste griegos afirman -y muchos funcionarios europeos insinúan- que, ante este escenario, Grecia se verá forzado a dejar el euro y a regresar al dracma, su antigua moneda, algo que tendría serias consecuencias para los ciudadanos, según quienes sostienen esta visión.

Sin embargo, Tsipras dijo ayer en conferencia de prensa que espera convencer a los líderes europeos que una salida de Grecia del euro pondrá en riesgo la misma existencia de la unión monetaria europea.

"Si uno de los 17 países es arrastrado al colapso, el fuego se volverá inextinguible y no se limitará a Grecia y a los países del sur" de Europa, señaló en alusión a naciones de la periferia de la eurozona que también atraviesan dificultades financieras, como España, Italia y Portugal.

"Esto fracturaría la eurozona, y no está en los intereses de nadie", agregó. Abrumada por una deuda pública gigantesca, Grecia se mantiene a flote desde 2010 gracias a dos préstamos del FMI, la UE y la Eurozona por unos 240.000 millones de euros.

Los dos "rescates" estuvieron, y siguen estando, condicionados a duras medidas de ajuste que Syriza rechaza fuertemente, incluyendo casi un 30% de recortes de salarios de estatales, cerca del 25% en jubilaciones y grandes aumentos de impuestos y otras medidas neoliberales.

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