domingo, 8 de julio de 2012

Fijan campesinos paraguayos plazo de siete días para recibir tierras .

PARAGUAY

Por Javier Rodriguez Roque

Asunción, 6 jul (PL) Miles de campesinos de la zona de Ñacunday, en el este paraguayo, accedieron hoy fijar una semana como plazo límite para que el gobierno cumpla con la entrega de 15 mil hectáreas de tierra que consideran ilegalmente en manos de una empresa latifundista.

  El acuerdo fue alcanzado en una difícil reunión entre representantes de más de cinco mil familias asentadas desde hace más de un año en carpas situadas en el borde de los terrenos que ocupa la firma Agrotoro S.A. y el director del Instituto de Tierras, Luis Ortigoza, recién nombrado en el cargo.

La propiedad se extiende por más de 30 mil hectáreas, parte de ellas en estado improductivo, y durante el gobierno del destituido presidente constitucional Fernando Lugo, una medición oficial concluyó que más de 15 mil habían sido adquiridas en forma irregular por un ciudadano brasileño nacionalizado paraguayo.


Ante la llegada del nuevo gobierno, nada proclive a intervenir o comprar esa diferencia para su entrega a los campesinos, la masa de labriegos otorgó la víspera apenas 24 horas a los funcionarios para actuar, so pena de ocupar directamente las parcelas que señalan les corresponden.

La tensión se apoderó de toda la zona por el apoyo a los campesinos de los vecinos de comunidades cercanas al lugar situado a unos 80 kilómetros de Ciudad del Este, la segunda urbe del país, provocando movimientos policíacos y en unidades hospitalarias en previsión de un choque violento.

Hay que señalar que el Ejecutivo surgido tras la destitución de Lugo advirtió, según manifestaciones del ministerio del Interior, la disposición a usar la fuerza si fuera necesaria para terminar con todas las ocupaciones de terrenos realizadas en varias zonas del país por campesinos sin tierras.

Aunque el plazo al gobierno en el caso de Ñacunday fue extendido a una semana, la decisión incluso contrarió una resolución de la Liga Nacional de Carperos, organismo superior que agrupa a los labriegos reclamantes de tierras, la cual proponía otorgar hasta un mes al gobierno para iniciar una Reforma Agraria.


Tensión en región paraguaya ante reclamos de campesinos sin tierras    


Asunción, 6 jul (PL) El reclamo de tierras por miles de familias campesinas de la zona paraguaya de Ñacunday mantiene hoy en tensión a esa región del este del país.(RadioPL)

  La situación se hizo más compleja desde la víspera por la decisión de unas cinco mil familias residentes desde hace más de un año en carpas instaladas en la zona de conceder un plazo de apenas 24 horas al gobierno para la entrega de parte del latifundio existente allí.

Se trata de una propiedad de más de 30 mil hectáreas en poder de un ciudadano brasileño, nacionalizado paraguayo, que se niega a ceder una parte de las tierras obtenidas al parecer en forma irregular.

Las familias de labriegos se situaron en los alrededores de la enorme hacienda por decisión de la intervención del Instituto de la Tierra durante el Gobierno del destituído presidente Fernando Lugo.

Se trataba con ello de iniciar por el Estado la intervención o compra de unas 15 mil hectáreas excedentes a las legalizadas por el título de propiedad en manos del mencionado latifundista.

Tras la interrupción del proceso democrático en el país, las posibilidades de acceder a esas tierras se ven más lejanas para los campesinos, quienes reclamaron ahora su entrega inmediata amenazando con ocuparlas si ello no se materializa.

Algunos de sus dirigentes llegaron a Asunción para la negociación con el nuevo gobierno, pero solo obtuvieron la petición de un plazo de una semana por parte del novel director del Instituto para analizar el tema.

Eso fue rechazado por los campesinos congregados en el lugar, los cuales concedieron apenas 24 horas al gobierno antes de emprender la marcha hacia el interior de la propiedad a fin de instalarse en ella.

Al terminar este jueves, las negociaciones continuaban con el objetivo de evitar un choque violento entre policías y tan alto número de campesinos quienes afirmaron estar apoyados por vecinos de pueblos cercanos.

Los hechos traen nuevamente a la actualidad el grave problema de la tenencia de la tierra en Paraguay, donde apenas el uno por ciento de propietarios acumula el 77 por ciento de los terrenos cultivables, pero mantiene buena parte de ellos en forma improductiva.

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