sábado, 9 de febrero de 2013

Contundente huelga general por el asesinato de un líder opositor y contra la violencia política.

TÚNEZ

El paro es convocado por los partidos de la oposición y la Unión General de Trabajadores Tunecinos en coincidencia con el entierro Chukri Bel Aid. 

Una huelga general de adhesión casi absoluta paralizó hoy a Túnez en repudio por el asesinato del político opositor Chukri Bel Aid, a quien miles de personas acudieron a darle un último adiós en un multitudinario e indignado cortejo fúnebre que culminó en represión policial.

El Gobierno declaró jornada de luto nacional y todos los diarios rindieron homenaje al difunto líder del Partido de los Patriotas Demócratas Unificado y coordinador de la plataforma de izquierda Frente Popular.

En el centro de la ciudad se multiplicó la presencia de los cuerpos de seguridad, y la policía lanzó gases lacrimógenos para impedir que distintos grupos de manifestantes se concentraran en distintos puntos de Túnez después del multitudinario sepelio.



Chukri Bel Aid, asesinado a balazos: una provocación abierta contra el pueblo de Túnez

Luego de dos días de serios enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad y de la caída del gobierno, los partidos de la oposición, primero, y la Unión General de Trabajadores Tunecinos (UGTT), después, convocaron a una huelga general en coincidencia con el entierro de Bel Aid hoy.

Bancos, comercios, supermercados, bares y restaurantes  cerraron sus puertas siguiendo la convocatoria, en tanto el transporte casi no funcionó y la parálisis del país fue casi absoluta.

La principal c
entral sindical del país acusó al Gobierno de la "propagación de la violencia política y social" y consideró el de Bel Aid como el primer asesinato político de la transición tunecina.

Mientras tanto, el ministro de Interior, Ali Laridi, llamó a la calma y aseguró en la televisión pública que la Policía "está en estado de alerta", según informa la agencia de noticias EFE.

Desde el miércoles se llevaron a cabo protestas en más de una decena de ciudades en todo el país, incluida la capital, y en muchas de ellas las protestas derivaron en enfrentamientos entre los agentes antidisturbios y los participantes.

Paralelamente, la televisión estatal realizó una amplia cobertura del sepelio de Bel Aid, cuyo cuerpo fue trasladado a la Casa de la Cultura del barrio en el que nació (Yebel Yulud).



Bancos, comercios, supermercados, bares y restaurantes  cerraron sus puertas siguiendo la convocatoria, en tanto el transporte casi no funciona por lo que la parálisis del país es casi absoluta
Personalidades políticas, sindicales y de la cultura, así como miles de ciudadanos, se concentraron en los alrededores del lugar entre gritos de condena al asesinato y de peticiones para que dimita el Gobierno, al que la oposición y la UGTT responsabilizan de la violencia política.

Los accesos al Parlamento, a la sede del Ministerio de Interior y los de algunas embajadas como la francesa fueron cerrados, así como en la sede de la Asamblea Nacional Constituyente y en la de Interior se reforzó la alambrada de seguridad que los rodea.

Tras cinco horas de un cortejo que, entre permanentes gritos de rechazo a la violencia y lemas antigubernamentales, se desplazó desde Yebel Yulud hasta el cementerio de El Yelez, los restos del líder asesinado fueron enterrados a las 16:30 hora local (12:30 hora argentina).

Los enfrentamientos de hoy empezaron poco después en las proximidades del ministerio del interior sobre la avenida Habib Burguiba, en la avenida de Cartago y en las plazas del Reloj y de Barcelona, todas en la capital del país.

Mientras tanto, continúa la incertidumbre sobre la formación de un nuevo Gobierno prometido por el primer ministro, Hamadi Yabali, y rechazado por todo el arco político tunecino.

Yabali insistió hoy en su decisión de nombrar un Gobierno de tecnócratas, a pesar del rechazo mostrado ayer hasta por su propio partido, Al Nahda, principal agrupación de la coalición gubernamental.

"Me mantengo firme en mi decisión de formar un gobierno tecnócrata", dijo Yabali en una breve declaración recogida por la agencia estatal tunecina, TAP.

Aseguró también que no acudirá a la Asamblea Nacional Constituyente para la aprobación del nuevo Ejecutivo, que según Yabali "casi está listo".

Cerca de 50 diputados opositores anunciaron ayer que suspendían temporalmente su representación y se retiraron de la sesión extraordinaria que celebraba la Asamblea Nacional Constituyente, convocada para discutir la crisis.

Según dijo a la agencia estatal TAP el diputado Al Munyi al Rajui, del Bloque Democrático, su retirada responde a que la Asamblea se encuentra dominada por la "lógica de la mayoría" y porque trascendió las funciones para la que fue elegida.

Por su parte, el Comité Ejecutivo del principal partido de la alianza gubernamental, Ennahda, continúa sus deliberaciones tras mostrar su rechazo a la propuesta de Yabali (miembro de esa fuerza política) de formar un Gobierno de tecnócratas para celebrar elecciones lo antes posible.

Según los dirigentes del partido, que insistieron en que no creen que un gobierno tecnócrata sea la solución para salir de la crisis, Yabali no consultó ni con la agrupación ni con sus socios políticos en el Ejecutivo antes de lanzar su iniciativa la noche del miércoles en un discurso a la nación.

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