Túnez. (EFE).-
En una rueda de prensa, las dos principales coaliciones de la oposición también exigieron la dimisión del Gobierno y convocaron una huelga general coincidiendo con el día del entierro de Bel Aid.
El anuncio fue realizado por Hama Hamami, líder del Partido de los Obreros Comunistas de Túnez (POCT) y de la plataforma "Frente Popular por los Objetivos de la Revolución", a la que pertenece la agrupación de Bel Aid, el Partido de los Patriotas Demócratas Unificados (PPDU).
Además de la dimisión del Gobierno, Hamami pidió a los partidos de la alianza gubernamental (Enahda, el Takatul y el Consejo Por la República (CPR)), que renuncien a sus puestos de responsabilidad.
El primer ministro, Hamadi Yabali, es dirigente de Enahda mientras que el presidente del país, Monsef Marzuki, es el máximo líder del CPR, y Mustafa Ben Yafar, presidente de la Asamblea Constituyente, es secretario general del Takatul.
En unas declaraciones anteriores a Efe Hamami responsabilizó al Gobierno del asesinato de Bel Aid, por no haber "querido escuchar las advertencias lanzadas por la oposición desde hace un mes"
En la rueda de prensa, los partidos, entre los que se encontraba "Nidá Tunis", del exprimer ministro, Beyi Caid Essebsi, responsabilizaron también al ministro del Interior, Ali Laridi, y al presidente de Enahda, Rachid Ganuchi.
Además, solicitaron la creación de una comisión para solucionar el problema de la violencia política en el país.
Túnez ha sido testigo en los últimos meses de numerosas agresiones contra líderes político y sindicales en distintas localidades del país.
Los dirigentes de la oposición -entre ellos el asesinado Chukri Bel Aid-, culpan a las Ligas de Protección de la Revolución (LPR), compuesta por salafistas y simpatizantes de Enahda, de estar detrás de estos ataques.
El asesinato de Bel Aid ha desatado una ola de protestas en todos el país.
En la capital, miles de personas que se habían concentrado frente a la sede del Ministerio del Interior, en la céntrica avenida Habib Burguiba, fueron dispersadas por las fuerzas antidisturbios que emplearon gases lacrimógenos.
Grupos de manifestantes respondieron con piedras y todavía continúan los enfrentamientos en los alrededores de la avenida, donde las tiendas han cerrado sus puertas y las fuerzas de seguridad han impuesto fuertes medidas de seguridad.
Asimismo, en varias ciudades, entre ellas Sidi Buzid, cuna de la revuelta que el 14 de enero de 2011 acabó con el presidente Zin el Abidín Ben Ali, y Sfax, capital industrial, fueron escenario de protestas contra el Ejecutivo, el ministro del Interior y el partido Enahda.
Policía dispersa a manifestantes en Túnez
los agentes lograron despejar la céntrica avenida Habib Burguiba, donde se encuentra la sede ministerial
En una rueda de prensa, las dos principales coaliciones de la oposición también exigieron la dimisión del Gobierno y convocaron una huelga general coincidiendo con el día del entierro de Bel Aid.
El anuncio fue realizado por Hama Hamami, líder del Partido de los Obreros Comunistas de Túnez (POCT) y de la plataforma "Frente Popular por los Objetivos de la Revolución", a la que pertenece la agrupación de Bel Aid, el Partido de los Patriotas Demócratas Unificados (PPDU).
Además de la dimisión del Gobierno, Hamami pidió a los partidos de la alianza gubernamental (Enahda, el Takatul y el Consejo Por la República (CPR)), que renuncien a sus puestos de responsabilidad.
El primer ministro, Hamadi Yabali, es dirigente de Enahda mientras que el presidente del país, Monsef Marzuki, es el máximo líder del CPR, y Mustafa Ben Yafar, presidente de la Asamblea Constituyente, es secretario general del Takatul.
En unas declaraciones anteriores a Efe Hamami responsabilizó al Gobierno del asesinato de Bel Aid, por no haber "querido escuchar las advertencias lanzadas por la oposición desde hace un mes"
En la rueda de prensa, los partidos, entre los que se encontraba "Nidá Tunis", del exprimer ministro, Beyi Caid Essebsi, responsabilizaron también al ministro del Interior, Ali Laridi, y al presidente de Enahda, Rachid Ganuchi.
Además, solicitaron la creación de una comisión para solucionar el problema de la violencia política en el país.
Túnez ha sido testigo en los últimos meses de numerosas agresiones contra líderes político y sindicales en distintas localidades del país.
Los dirigentes de la oposición -entre ellos el asesinado Chukri Bel Aid-, culpan a las Ligas de Protección de la Revolución (LPR), compuesta por salafistas y simpatizantes de Enahda, de estar detrás de estos ataques.
El asesinato de Bel Aid ha desatado una ola de protestas en todos el país.
En la capital, miles de personas que se habían concentrado frente a la sede del Ministerio del Interior, en la céntrica avenida Habib Burguiba, fueron dispersadas por las fuerzas antidisturbios que emplearon gases lacrimógenos.
Grupos de manifestantes respondieron con piedras y todavía continúan los enfrentamientos en los alrededores de la avenida, donde las tiendas han cerrado sus puertas y las fuerzas de seguridad han impuesto fuertes medidas de seguridad.
Asimismo, en varias ciudades, entre ellas Sidi Buzid, cuna de la revuelta que el 14 de enero de 2011 acabó con el presidente Zin el Abidín Ben Ali, y Sfax, capital industrial, fueron escenario de protestas contra el Ejecutivo, el ministro del Interior y el partido Enahda.
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los agentes lograron despejar la céntrica avenida Habib Burguiba, donde se encuentra la sede ministerial
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