PARAGUAY
La insólita petición de ayuda del actual presidente paraguayo, Federico Franco, al destituido Jefe de Estado, Fernando Lugo, significó ayer una evidente muestra de debilidad ante el repudio internacional que enfrenta.
Franco solicitó reunirse con depuesto gobernante para que éste le ayude a superar la crítica generalizada proveniente del exterior por el expedito proceso utilizado para sacar de su cargo a Lugo, a apenas nueve meses de la celebración de nuevos comicios generales.
La respuesta de Lugo vino desde un escenario muy especial al acercarse la madrugada del sábado el exmandatario a la concentración popular mantenida frente a la sede de la televisión pública, donde reiteró que se había producido en el país un golpe parlamentario contra la democracia.
Lugo dijo que Franco debía asumir su responsabilidad ante el rechazo internacional provocado por todo lo acontecido y frente a la protesta popular registrada en el país, de la cual es una expresión inédita la rebelión de los trabajadores de la televisión pública.
Hasta altas horas de la madrugada, la multitud de empleados del canal, a la cual se unieron numerosos ciudadanos, controló las transmisiones de esa estación de la televisión pública y por el micrófono desfilaron estudiantes, dirigentes juveniles y exministros del gobierno de Lugo. La presencia del ex Jefe de Estado elevó al máximo el entusiasmo ya en horas de la madrugada y en breves declaraciones Lugo dijo que continuará la lucha como un simple ciudadano, en forma pacífica pero firme, contra el golpe de Estado realizado por quienes ahora ocupan el poder.
Afirmó que había aceptado el fallo del Congreso destituyéndolo por el mantenimiento de la paz, porque sabía la existencia de grupos interesados en introducir la violencia fratricida en la nación.
La toma del canal constituyó un primer acto público de desobediencia civil al gobierno de Franco y coincidió con el anuncio de la formación del Frente Nacional de Lucha por la Democracia, integrado por todas las organizaciones que se oponen a la destitución de Lugo.
Tras la intervención, el director de la Televisora Pública paraguaya, Marcelo Martinessi, fue destituido de su cargo. Sin embargo, el funcionario dijo que continuará defendiendo las expresiones populares.
Martinessi denunció al Director de Comunicaciones del nuevo gobierno paraguayo, Cristian Vázquez, de irrumpir violentamente en el canal, acompañado por policías.
Por otra parte, el depuesto director de la televisora estatal también denunció que Vázquez ordenó que no se transmitan imágenes de incidentes ocurridos contra seguidores de Lugo, por atentar contra la ciudadanía.
Franco solicitó reunirse con depuesto gobernante para que éste le ayude a superar la crítica generalizada proveniente del exterior por el expedito proceso utilizado para sacar de su cargo a Lugo, a apenas nueve meses de la celebración de nuevos comicios generales.
La respuesta de Lugo vino desde un escenario muy especial al acercarse la madrugada del sábado el exmandatario a la concentración popular mantenida frente a la sede de la televisión pública, donde reiteró que se había producido en el país un golpe parlamentario contra la democracia.
Lugo dijo que Franco debía asumir su responsabilidad ante el rechazo internacional provocado por todo lo acontecido y frente a la protesta popular registrada en el país, de la cual es una expresión inédita la rebelión de los trabajadores de la televisión pública.
Hasta altas horas de la madrugada, la multitud de empleados del canal, a la cual se unieron numerosos ciudadanos, controló las transmisiones de esa estación de la televisión pública y por el micrófono desfilaron estudiantes, dirigentes juveniles y exministros del gobierno de Lugo. La presencia del ex Jefe de Estado elevó al máximo el entusiasmo ya en horas de la madrugada y en breves declaraciones Lugo dijo que continuará la lucha como un simple ciudadano, en forma pacífica pero firme, contra el golpe de Estado realizado por quienes ahora ocupan el poder.
Afirmó que había aceptado el fallo del Congreso destituyéndolo por el mantenimiento de la paz, porque sabía la existencia de grupos interesados en introducir la violencia fratricida en la nación.
La toma del canal constituyó un primer acto público de desobediencia civil al gobierno de Franco y coincidió con el anuncio de la formación del Frente Nacional de Lucha por la Democracia, integrado por todas las organizaciones que se oponen a la destitución de Lugo.
Tras la intervención, el director de la Televisora Pública paraguaya, Marcelo Martinessi, fue destituido de su cargo. Sin embargo, el funcionario dijo que continuará defendiendo las expresiones populares.
Martinessi denunció al Director de Comunicaciones del nuevo gobierno paraguayo, Cristian Vázquez, de irrumpir violentamente en el canal, acompañado por policías.
Por otra parte, el depuesto director de la televisora estatal también denunció que Vázquez ordenó que no se transmitan imágenes de incidentes ocurridos contra seguidores de Lugo, por atentar contra la ciudadanía.
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