PARAGUAY
Emboscada en Asunción.
Por Javier Salado
Corresponsal de Resumen Latinoamericano en Cuba
El ?candidato de los pobres?, Fernando Lugo, ganó las elecciones presidenciales de agosto del 2008 con una clara mayoría de votos a sus contrincantes Blanca Olevar y Lino Oviedo. El pueblo paraguayo se pronunció por el cambio, por iniciar el camino lejos de los intereses oligarcas. Las esperanzas de los campesinos pobres renacieron ante la terrible realidad de que el 75% de la tierra estaba en manos del 2,5% de los propietarios.
Se inició ese año una etapa sembrada de sueños en Paraguay.
El implacable tiempo transcurrió, y aunque muchos sueños populares se vieron frustrados, y el presidente Lugo negoció y renegoció con la oligarquía nacional, concedió y volvió a hacer concesiones al poder económico y político de los sectores derechistas aupados desde Washington, el pueblo guaraní no dejaba escapar la Esperanza, aquella luz que indicaba que debían tener paciencia, que este era el presidente de los pobres, elegido por ellos, que vendría una verdadera reforma agraria que le entregaría la tierra a quien la trabaja.
La oligarquía, derecha cancerbera de los intereses imperialistas en Paraguay, se preparaba para arrebatar la Esperanza al pueblo, y comenzaron a buscar las vías, aflojaron intenciones del gobierno, se escudaron en ?intereses patrios? para mantener alejado a Paraguay de la ola progresista y nacionalista que recorre a toda América Latina y el Caribe, acudieron a las leyes emitidas por ellos mismos para proteger sus intereses frente a los intereses populares, esperaron el momento y crearon las condiciones de preparar una emboscada al presidente Lugo : ocupación de tierras (algo cotidiano en Paraguay) de uno de los hombres más ricos del país, presencia policial que acude a la violencia para el desalojo, y muertos, los tan necesarios muertos para declarar la ingobernabilidad del país.
No importa que los policías muertos hayan sido por bala, mientras los campesinos estaban armados solamente de sus instrumentos de trabajo; la sospechosa decisión de no investigar a profundidad los hechos demuestran por si sola el objetivo perseguido.
Un juicio político relámpago solicitado y ejecutado en horas y un golpe de estado parlamentario, consolidaron la caída del presidente elegido por la mayoría del millón y medio de votantes que lo prefirieron. La Esperanza fue cercenada ?legalmente? con el voto de 40 personas. La emboscada fue exitosa.
Las enseñanzas para nuestros pueblos y procesos son preciosas, en Asunción, el imperialismo y la oligarquía emplearon el mismo esquema que en abril del 2002 en Caracas: lograr una justificación a partir de crear actos violentos y la muerte de participantes, en el 2002 los asesinos fueron francotiradores apostados previamente para masacrar a personas de uno y otro bando; en Curuguaty solo se puede asegurar algo por ahora: estaban allí presentes y portaban armas de fuego de alto calibre. Por otra parte, con la experiencia de Honduras, repetida ahora en Paraguay, el imperialismo comprende que no es necesario organizar un golpe de estado cruento al estilo de los años sesenta.
Fórmula semejante trataron de aplicar en Ecuador con una supuesta huelga de policías, abortada por el valor del presidente Correa, la movilización popular y las fuerzas armadas constitucionales. En los momentos que esto se escribe, el presidente de Bolivia, Evo Morales, enfrenta una extraña movilización de la policía por vindicaciones económicas que transita por la inusitada concentración de armamentos y efectivos en instalaciones policiales.
Debemos ser justos, el Cambio de la política hacia Nuestra América que Obama prometió, se está ejecutando. Un cambio de modalidades de golpes de estado, subversión, injerencia, con el mismo fin de mantener en el poder a sus incondicionales.
Debemos estar alertas todos los pueblos del rio Bravo a la Patagonia, Paraguay ha sido un ensayo, el objetivo es el ALBA y Hugo Chávez. La sombra del fascismo como un virus asoma; la unidad de nuestros pueblos, la movilización popular, la solidaridad son el mejor antivirus. Las horas venideras serán cruciales.
Emboscada en Asunción.
Por Javier Salado
Corresponsal de Resumen Latinoamericano en Cuba
El ?candidato de los pobres?, Fernando Lugo, ganó las elecciones presidenciales de agosto del 2008 con una clara mayoría de votos a sus contrincantes Blanca Olevar y Lino Oviedo. El pueblo paraguayo se pronunció por el cambio, por iniciar el camino lejos de los intereses oligarcas. Las esperanzas de los campesinos pobres renacieron ante la terrible realidad de que el 75% de la tierra estaba en manos del 2,5% de los propietarios.
Se inició ese año una etapa sembrada de sueños en Paraguay.
El implacable tiempo transcurrió, y aunque muchos sueños populares se vieron frustrados, y el presidente Lugo negoció y renegoció con la oligarquía nacional, concedió y volvió a hacer concesiones al poder económico y político de los sectores derechistas aupados desde Washington, el pueblo guaraní no dejaba escapar la Esperanza, aquella luz que indicaba que debían tener paciencia, que este era el presidente de los pobres, elegido por ellos, que vendría una verdadera reforma agraria que le entregaría la tierra a quien la trabaja.
La oligarquía, derecha cancerbera de los intereses imperialistas en Paraguay, se preparaba para arrebatar la Esperanza al pueblo, y comenzaron a buscar las vías, aflojaron intenciones del gobierno, se escudaron en ?intereses patrios? para mantener alejado a Paraguay de la ola progresista y nacionalista que recorre a toda América Latina y el Caribe, acudieron a las leyes emitidas por ellos mismos para proteger sus intereses frente a los intereses populares, esperaron el momento y crearon las condiciones de preparar una emboscada al presidente Lugo : ocupación de tierras (algo cotidiano en Paraguay) de uno de los hombres más ricos del país, presencia policial que acude a la violencia para el desalojo, y muertos, los tan necesarios muertos para declarar la ingobernabilidad del país.
No importa que los policías muertos hayan sido por bala, mientras los campesinos estaban armados solamente de sus instrumentos de trabajo; la sospechosa decisión de no investigar a profundidad los hechos demuestran por si sola el objetivo perseguido.
Un juicio político relámpago solicitado y ejecutado en horas y un golpe de estado parlamentario, consolidaron la caída del presidente elegido por la mayoría del millón y medio de votantes que lo prefirieron. La Esperanza fue cercenada ?legalmente? con el voto de 40 personas. La emboscada fue exitosa.
Las enseñanzas para nuestros pueblos y procesos son preciosas, en Asunción, el imperialismo y la oligarquía emplearon el mismo esquema que en abril del 2002 en Caracas: lograr una justificación a partir de crear actos violentos y la muerte de participantes, en el 2002 los asesinos fueron francotiradores apostados previamente para masacrar a personas de uno y otro bando; en Curuguaty solo se puede asegurar algo por ahora: estaban allí presentes y portaban armas de fuego de alto calibre. Por otra parte, con la experiencia de Honduras, repetida ahora en Paraguay, el imperialismo comprende que no es necesario organizar un golpe de estado cruento al estilo de los años sesenta.
Fórmula semejante trataron de aplicar en Ecuador con una supuesta huelga de policías, abortada por el valor del presidente Correa, la movilización popular y las fuerzas armadas constitucionales. En los momentos que esto se escribe, el presidente de Bolivia, Evo Morales, enfrenta una extraña movilización de la policía por vindicaciones económicas que transita por la inusitada concentración de armamentos y efectivos en instalaciones policiales.
Debemos ser justos, el Cambio de la política hacia Nuestra América que Obama prometió, se está ejecutando. Un cambio de modalidades de golpes de estado, subversión, injerencia, con el mismo fin de mantener en el poder a sus incondicionales.
Debemos estar alertas todos los pueblos del rio Bravo a la Patagonia, Paraguay ha sido un ensayo, el objetivo es el ALBA y Hugo Chávez. La sombra del fascismo como un virus asoma; la unidad de nuestros pueblos, la movilización popular, la solidaridad son el mejor antivirus. Las horas venideras serán cruciales.
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