La criatura fotografiada llena de sangre y cubierta de escombros es una de al menos 40 víctimas de atentados de esta mañana, lo que podría indicar una nueva etapa en la guerra civil.
En una señal de la creciente intensidad del amargo conflicto entre los rebeldes y las fuerzas leales al presidente Bashar al-Assad.
La ciudad principal Saadallah al-Jabari Square fue sacudida por cuatro explosiones de la talla de la que hasta ahora se habían limitado principalmente a la capital Damasco.
Y con el temor de nuevos ataques, el cuerpo de la niña fue dejado en la calle, descomponiéndose lentamente, una imagen patética de la violencia en Siria.
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