ESTADO ESPAÑOL
El sábado pasado, la Policía Nacional de Valladolid celebró el Día del Niño de una forma muy siniestra. Con la colaboración de los sindicatos policiales, niños y niñas pudieron comprobar personalmente el 'material' con que los antidisturbios cascan a sus familiares cuando se les ocurre protestar en la calle.
Entre los asistentes había muchos hijos e hijas de los policías, por lo que también conocieron el instrumental que emplean sus padres o madres en su trabajo diario. Lo más 'cool' fue la explosión de una 'bomba' de la que salieron golosinas, en vez de metralla. Todo un detalle de sensibilidad por parte de los organizadores.
El sábado pasado, la Policía Nacional de Valladolid celebró el Día del Niño de una forma muy siniestra. Con la colaboración de los sindicatos policiales, niños y niñas pudieron comprobar personalmente el 'material' con que los antidisturbios cascan a sus familiares cuando se les ocurre protestar en la calle.
Entre los asistentes había muchos hijos e hijas de los policías, por lo que también conocieron el instrumental que emplean sus padres o madres en su trabajo diario. Lo más 'cool' fue la explosión de una 'bomba' de la que salieron golosinas, en vez de metralla. Todo un detalle de sensibilidad por parte de los organizadores.
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